Cuando aparece el chisporroteo del aceite, doy vuelta una por una las batatas, porque no dejaré piedra sin mover, en la búsqueda del perfecto amor doméstico
palabras tendidas
Frente a un rancho que tengo..., pongo éstos versos colgados en un alambre. Es a ver si pasa algún caminante, y al verlos como ropa al viento... puede que salude agitando una mano como si hubiera encontrado algo suyo. ...y diga: Si, ahi está colgado lo mismo que yo quería decir. Palabras tendidas, Jorge Escudero
miércoles, 26 de mayo de 2021
Que nadie se quede afuera
lunes, 17 de agosto de 2020
Jugar con las palabras
Para no convertirnos en seres demasiado serios
ayer celebramos cultivando
ese pulmón de la vida que es el juego
Nos juntamos un ratito a experimentar con las palabras.
Activamos presencia, curiosidad,
ganas de explorar y asombrarnos
Nos permitimos hacerlo mal,
si es que existe eso en el juego.
Nos dejamos llevar, sin apegarnos a resultados,
nos animamos a conectar y a crear
Permitiéndole estar a lo que está,
le permitimos transformarse y en el proceso,
transfomarnos.
Los invité con este pedacito de Free Play
de Nachmanovitch
y este es el pequeño texto que escribí en ese rato
Hay rumiaciones de hastaluegos,
telas de araña de dolores,
entretejidos como mandalas
Hay ventanas que quieren ser puentes,
y esperanzas de encontrar
fragancia de almendras en el aire.
También hay piernas en movimiento,
que no quieren quedar atrapadas
en definitivamentes,
deseos de despedir tortuosidades y dejar ir
espectativas de retribuciones.
Hay voces que recitan sonetos, cabellos al viento
que sueltan tradiciones, abren caminos nuevos.
Hay porosidades que por momentos
duelen su intemperie
y que tal vez, con el tiempo
se transformen en diamantes.
sábado, 20 de junio de 2020
Ronda cuadrada de domingo
lunes, 25 de mayo de 2020
Soy
Puedo oler el miedo en las noches de viento, los fantasmas en las ventanas.
El miedo de todas las noches, la oscuridad en esos árboles.
La humedad fría de los cuartos, los eskabes apagados, los pisos de cerámica,
el aire helado, los pasillos largos, el ruido de los botines, el palo.
A veces, el olor del fuego en la chimenea de ese living con desniveles.
Las cocretas de Malele. Su risa contagiosa cuando se le caían los dientes.
Jazmines? Seguramente. Hoy no los recuerdo pero imagino que habría
en los floreros que hoy son míos. A mamá le encantaban.
Soy del departamento a una cuadra del rio, el olor a comidas del mundo
en los ascensores, el piso de plástico. La mesa de picnic, la tela que usábamos para
cubrir esa caja que hacía de mesa de luz improvisada.
Una tela que a todos les parecía fea, pero había sido barata y era suave
Creo que todavía guardo algún retazo.
Soy de las ensaladeras celestes, heredadas de Carola y Pablo, como el sillón
en el que nos hundíamos y del que hoy en dia no podriamos levantarnos,
que hacía de cama para los viajeros invitados,
la cama ruidosa que revendimos rápido, el baño sin bidet, los cuadros sin marco.
La felicidad de esos años.
Soy de las vacaciones en la Lorenave, del mate a la mañana
con la bruma sobre algún lago, envuelta en la bolsa de dormir
De los guisos preparados por Juampi con lo que ¨haiga¨ a mano,
Del café con chocolate y un libro. Las bananas, las nueces, otra vez el mate.
La ropa ahumada, el shampoo y la crema de enjuague
Las frutigran, la cebolla, algún que otro pedacito de carne.
Soy de Laureles y las palomas en el techo de chapa, las cotorras en los eucaliptus de aquella esquina, y a lo lejos, la panamericana. Los ladridos de Pancha cada vez que llega alguien. Las risas, las peleas, las discusiones acaloradas en la mesa, ya lejanas. Las canciones en las guitarras, los bailes frente a la ventana, el maquillaje, los disfraces. La música, el viento en las hojas, los pasos con zapatos demasiado temprano en las mañanas. Los podcasts de hoy en la cocina, mientras preparo algo de comer para los que quedamos en casa.
Soy de ésta casa, de árboles plantados para disfrutar de su sombra. Arboles de hojas rojas, de flores violetas el jacarandá y rosadas la acacia. Soy de esta casa de paredes amarillas que fué creciendo con los años, cambiando su fisonomía, que se fué cubriendo de un manto de hojas coloradas. Que en otoño se queda desnuda, pelada. La de la leña en el fondo, la huerta, abandonada, rescatada.
La del rejunte de muebles de otras vidas, otras gentes, otras casas.
abierta a lo que vendrá.
miércoles, 18 de marzo de 2020
De qué puedo hablarles?
de un tubo a otro, a continuacion, conectado.
un lugar completamente extraño.
cada uno necesita algo diferente en ese proceso.