Cada historia que llega,
es una historia sagrada.
Asi las escucho,
las miro a los ojos,
las recibo.
Así me conmuevo,
me quedo guardándolas,
sientiéndolas, pensándolas.
queriéndolas,
en su pequeñez,
en su inmensidad.
No necesito
para conmoverme,
las grandes noticias
de los diarios,
ni me atrapan versiones
de burocracias lejanas,
luchas de poder,
gente jugando con el mundo
al TEG.
Me basta con cada historia
que tengo cerca, que toco,
conozco y amo.
Esa es mi vida,
esa con la que
me comprometo cada día,
mi tablero, mis fichas.
En esa sufro y río.
Lo demás
es para mi, humo
en los diarios.
manos en la masa señora! q bueno!! me gusta muchisimo!
ResponderEliminargracias, muchísimas gracias!
EliminarSi!! De esa gente quiero en mi vida, y en esa gente me quiero inscribir
ResponderEliminarHermoso!
Qué lindo, Flor. A mí también me fascinan las historias mínimas, y me encanta que haya gente que las sepa contar.
ResponderEliminarBeso,
Asun