lunes, 17 de agosto de 2020

Jugar con las palabras

Para no convertirnos en seres demasiado serios

ayer celebramos cultivando

ese pulmón de la vida que es el juego

Nos juntamos un ratito a experimentar con las palabras.

Activamos presencia, curiosidad,

ganas de explorar y asombrarnos

Nos permitimos hacerlo mal,

si es que existe eso en el juego.

Nos dejamos llevar, sin apegarnos a resultados,

nos animamos a conectar y a crear


Permitiéndole estar a lo que está,

le permitimos transformarse y en el proceso,

transfomarnos.


Los invité con este pedacito de Free Play

de Nachmanovitch





y este es el pequeño texto que escribí en ese rato


Hay rumiaciones de hastaluegos,

telas de araña de dolores,

entretejidos como mandalas

Hay ventanas que quieren ser puentes,

y esperanzas de encontrar 

fragancia de almendras en el aire.

También hay piernas en movimiento, 

que no quieren quedar atrapadas

en definitivamentes,

deseos de despedir tortuosidades y dejar ir

espectativas de retribuciones.

Hay voces que recitan sonetos, cabellos al viento

que sueltan tradiciones, abren caminos nuevos.

Hay porosidades que por momentos

duelen su intemperie

y que tal vez, con el tiempo

se transformen en diamantes.