domingo, 30 de marzo de 2014

Derechos de autor


Hola gente amiga de Palabras Tendidas
Esta es una entrada cortita, solo para pedirles que si alguien quiere usar alguna frase o texto que les gustó del blog, lo haga citando su origen, ya sea  http://flor-palabrastendidas.blogspot.com.ar/, donde gran parte de lo que publico es de mi autoría,  o el autor que está citado en el blog cada vez que tomo prestadas palabras de otros.
Se que mi blog no es muy popular, por eso, es lindo cuando veo o me entero de que mis palabras resuenan. No lo es tanto cuando las veo volando al viento por ahi sin la cita correspondiente.
¡Gracias por el respeto!
Flor



miércoles, 26 de marzo de 2014

Epifanía

¨Nothing is as uncomfortable, dangerous and hurtful as believing that I´m standing on the outside of my life looking in and wondering what it would be like if I had the courage to show up and let myself be seen¨ Brene Brown

El año pasado di un taller que se llamó Volver a casa. Este año, algunas integrantes de ese grupo estaban con ganas de continuar, pero había algunas incompatibilidades de horarios, eran poquitas, la cosa venía medio trabada. A eso se agregó que yo me empecé a atascar. Hizo su aparición esa parte de mi que se siente insegura, que duda del valor de lo que hace. Comencé a embrollarme, pensando que tenía que inventar algo muy novedoso y atractivo, más rebuscado, el famoso ¨punchi¨.
Paralizada, me pasé unas cuantas tardes frente a mis papeles en blanco, sin que se me cayera idea brillante alguna, sintiendo, a medida que pasaban las horas, cada vez más, que lo que tenía para ofrecer no era suficiente.
Qué lugar oscuro, árido y estéril termina siendo ese si no nos logramos rescatar.
Por suerte, no es el único paisaje en mi. En algún momento, escucha atenta y epifanía mediante, me conecté con otra sensación. La de recibir con amorosidad. Algo tan simple y a la vez tan complejo. Algo que estoy aprendiendo y que tanto me importa. Una manera de ser y estar conmigo y con otros.
Entendí que eso es lo que esencialmente tengo para ofrecer. Y que eso es suficiente.

Cuando me di cuenta de eso, lo trabado se empezó a destrabar y lo paralizado se empezó a movilizar.
Eso no quiere decir que se me hayan ocurrido miles de maravillosas ideas, sino que recuperó su brillo aquella que puede llevar la voz cantante y animarme a salir al ruedo a ofrecer mis dones.
En los talleres las espero y las recibo, les hago un espacio, lo sostengo y lo cuido, para que sea amoroso. Las invito a recibir amorosamente todo lo que hay en cada una en cada momento. Y las acompaño, porque no es lo que a muchos nos enseñaron, y no siempre es algo fácil de hacer.

En estos últimos días recibí un mail de una de las integrantes del grupo que entre otras cosas decía:

¨Me significa un monton el poder compartir la vida con un grupo en el que se prioriza el crecimiento interior de cada una, en el que ir compartiendo la vida e ir hermanándonos en este compartir, en el que experimentar lo sacro y ser testigo de milagros. Estoy para ser parte de la modalidad que sea,  priorizo lo "amable o amoroso" del enfoque y lo calma y profunda de la propuesta. Me dan muchas ganas de compartir mi vida con ustedes a quienes ya quiero¨. 

Sus palabras quedaron resonando en mi, me tomaron de la mano y me acompañaron a recorrer el último tramo de duda que pudiese quedar, me animaron a seguir ofreciendo lo que tengo, lo que soy. Y a sentir, al menos por un rato, este rato, que eso, es suficiente.

¡Bienvenido el grupo/taller de los miércoles y las tan queridas mujeres que lo integran!






miércoles, 19 de marzo de 2014

Yoga, una práctica nueva

¨ Mientras lo estés haciendo, no lo estás haciendo mal..., y como siempre, se amable y amorosa con vos misma.¨ Marianne Elliot

¿Qué cambió para vos como resultado de estos 30 días de yoga?

¿Qué es lo más importante que aprendiste en estos 30 días de yoga?




La semana pasada terminé un curso de yoga que tomé durante 30 días corridos. Fué casi mi primer experiencia formal con esta nueva herramienta. Hace un par de años había hecho algunas posturas en un fin de semana de amigas y hace muchos años nos habíamos aventurado con marido a unas clases nocturnas con un profe amigo, que me habían dejado; supongo que por el horario ( tarde en la noche), el lugar (frío y sin onda), y mi momento familiar ( tiempos de hacer malabares entre la vida familiar con hijos chiquitos y una incipiente vida laboral); más una sensación de agobio que otra cosa.
Pasaron los años, muchos aprendizajes y transformaciones, y quise darle al yoga y a mi misma con ella, otra oportunidad.
Quería ver si podía armarme una práctica ¨a mi medida¨( ya no intento seguir prácticas que ¨hay que seguir¨, o prácticas hechas a la medida de otros). Una práctica que pueda llevar conmigo a donde quiera que vaya, a donde quiera que esté (como la escritura, el collage, la lectura, la meditación).
Durante 30 días seguidos, me regalé entonces un rato en mi día para detenerme y practicar. Busqué un lugar en el que me fuera cómodo hacerlo. El mismo donde tantas veces hago ejercicios de estiramiento, o me siento a meditar. Un lugar de mi casa, de mi cuarto, donde puedo estar en soledad y entrar por un ratito en ese otro tiempo de pausa y silencio. De quietud y pequeños o grandes movimientos.

Durante 30 días hice el experimento del yoga en casa y muchos días compartí la práctica con marido que hizo el curso a la par.

La experiencia me dejó la profundización y ampliación de un hábito que hace tiempo adquirí y que espero poder sostener, incorporando ahora esta nueva herramienta. El hábito de darme un tiempo en el día para tratarme, a mi cuerpo y a mi alma, con la pausa y amabilidad que se merecen y necesitan. Un tiempo en el que moverme y aceitar articulaciones y músculos que ya denuncian el paso del tiempo, un momento en el que descansar en la quietud de saber que, aunque sea por ese ratito, como decía la profe: ¨whatever it is, is absolutly fine¨, (lo que sea que está siendo en este momento, está bien).

En estos 30 días de yoga, re-confirmé, que puedo confiar en mi, en mis intuiciones y en mi capacidad de elegir lo que es bueno para mi. Confirmé que yo se cuando es el tiempo, y que a ese tiempo, mi tiempo, puedo elegir, explorar y sostener, hasta que sea el tiempo, de también eso dejar ir.

Hoy abrazo esta nueva práctica, le doy la bienvendia a mis días, esperando que me traiga nuevos crecimientos y mejores cuidados en esta etapa de mi vida. Que ojalá puedan después reflejarse en una capacidad más profunda de dar y darme con amorosidad.






martes, 11 de marzo de 2014

Dos años de Palabras


Hoy el blog cumple dos años de vida. Casualmente ( si existen las casualidades), ayer asistí al primer encuentro del taller de escritura al que me animo este año. Con un escritor de verdad como maestro y compañeros que escriben y muy bien. Se me ocurrió entonces que una manera posible de festejar estos dos años de palabras es, por supuesto, con más palabras. Celebro entonces este tiempo transitado, compartiendo un texto cortito que escribí en la primer clase. Palabras inexpertas, principiantes, temblorosas, y valientes, como aquellas del 12 de marzo del 2012.

Hechizada
Ella, la niña, era chiquita, la tele estaba en el cuarto de sus padres. Llegaba del colegio al mediodía, tiraba la mochila por ahi, desordenando, y se quedaba sola, sentada sobre la colcha animal print de la cama matrimonial, la mirada fija en la pantalla, hechizada.
Ella, la bruja de los mediodías, con un suave movimiento de nariz, convertía, sin pedir permiso, el mundo, su mundo, en un lugar amigable, en el que todo era posible y mágico. 

Un rato en el que la vida, mágicamente, era un poco menos sola.

domingo, 9 de marzo de 2014

Despertares













La muerte. Otra vez la muerte.
Esa que cada tanto llega, conocida y a la vez tan misteriosa.
Muerte que hace su pasada dejándonos sin palabras,
con el pecho apretado, los recuerdos.
Y esta conciencia de lo breve, lo frágil, lo precioso.
Lo que tenemos, arena entre las manos, arena bajo los pies.
Suave, liviana, áspera, pesada, seca, mojada,
quieta, voladora, cálida, helada.
Días, meses, años, quién lo sabe.
Lo que tenemos, tiempo de la vida, tiempo regalado.
Tiempo de pisar esta arena dejando huella,
la nuestra, la que podamos, la que querramos.

Este fin de semana,
la muerte, convidada inevitable
que cada tanto se hace presente,
me despierta, una vez más,
a la fragilidad y preciosura de la vida.
Al regalo inconmensurable de este nuevo día,
de esta nueva oportunidad.

“I know all that truly matters in the end is that I have loved.”
Walking on my hands






domingo, 2 de marzo de 2014

Exploradora

Open up, see more, live deeper
that´s what art is, that´s what creativity is, that´s what life is.
Patti Digh 

En los últimos años, he tomado la costumbre de embarcarme en el aprendizaje de actividades nuevas. Cada año elijo alguna de esas que están en la lista titulada: ¨si tuviera tiempo y no tuviera miedo haría...¨, y me lanzo de lleno a probar. Elijo cosas que me entusiasman, que me generan curiosidad, que me permiten estar una vez más en el lugar del principiante, del que con humildad y paciencia se acerca a un mundo desconocido confiando en encontrar allí ricos nutrientes.

Y tolero no saber, aunque no siempre sea fácil, ya que el premio de cada nuevo descubrimiento compensa con creces esa sensación de andar perdida que a veces se siente ante lo nuevo.

Asi es como incursioné en la lectura, el canto, el baile, la escritura, el collage, la blogosfera, los cursos virtuales, los viajes, el shiatsu, el reiki, el focusing.  Este año es el turno del yoga, de un taller de escritura y quien sabe de qué más.

En la historia siempre hubo personas que se animaron a dejar por un rato sus tierras, a aventurarse fuera de los márgenes, a cruzar fronteras hacia mundos nuevos. A invertir tiempo ( y a veces dinero, aunque no siempre es mucho el que hace falta) en seguir aprendiendo, transformándose en cada encuentro con lo nuevo, volviendo a casa con tesoros para compartir.

Me gusta pensarme como una de esas exploradoras y desplegar a mi manera ese rasgo aventurero del que no pide permiso, sino que se lo da, del que no encuentra excusas para no animarse sino maneras de hacer posibles sus aprendizajes. Del que cruza fronteras y vuelve transformado a enriquecer su mundo.

Me lanzo entonces a este nuevo año lectivo, con la intención de seguir explorando, aprendiendo, enriqueciéndome y transformándome, para después volver a mis mundos con nuevos tesoros para compartir.