jueves, 28 de noviembre de 2013

Diciembre

¨He whispers that there's another way - less effort and more ease -
to move and breathe and serve¨

C.C in First Sip

 











Está llegando diciembre,
se acerca con pasos silenciosos e inexorables.
Se va acabando un año más.
Un año en el que tal vez
te estuviste esforzando por modificar cuestiones.
Durante el que quizás intentaste
seguir sanando o empezar a sanar.
Un año con sus luces y sus sombras,
con sus amarguras y sus celebraciones,
sus momentos de siembra
sus horas de cosecha.
Año con dificultades y algunos logros.
Doce meses en los que trabajaste bastante.

Por todo ese trabajo, porque hay otras maneras,
y porque además es tiempo de regalos,
te propongo que nos regalemos en este fin de año,
algo que no se compra
ni en las ferias ni en los shoppings.
Te invito a que nos regalemos un descanso.

Te convido a un rato de silencio y quietud
( quizás quieras poner de fondo una música tranquila)
en el que puedas sentarte cómodo,
soltar el rollo, no meter panza por un rato,
y respirar despacio, tranquilo.
Un momento sin apuro,
en el que puedas sentir tu cuerpo y
escuchar todo lo que te trae.

Un momento en el que puedas estar,
solamente estar,
diciéndote y de a poquito, sabiendo,
que está bien así.
Disfrutando por un rato de este que sos,
vivo y presente.

Y quizás después de un rato de estar así,
en silencio, respirando,
quieras dar gracias
por esto tan simple y a la vez tan misterioso
que es estar vivo en este instante.

Estás vivo, en este instante.
Y está bien así.






martes, 26 de noviembre de 2013

Circulos

I'm trusting that you'd rather hear what's happening than not, that you can hold my beginner parts alongside any expertise I may also hold, and that the stories about what we make and why are at least as important as the things we make themselves.

Confío en que prefieres escuchar lo que está pasando que no escucharlo. Confío en que puedes abrazar mis aspectos principiantes, tanto como aquellos en los que pudiera ser experta. Confío en que las historias que narramos y la razón por las que las contamos, son al menos tan importantes como las cosas que hacemos.

Jen Lee



Por eso nos reunimos. A contarnos historias. Las nuestras.
Nos sentamos en círculo y nos sostenemos.
A veces con palabras, otras en silencio.
Recibimos y abrazamos todo.
Lo que somos, luces y sombras; lo que hacemos y las historias que contamos acerca de todo eso.
Nos animamos porque en algún lugar del corazón, confiamos.
Intuimos que del otro lado hay oídos interesados, que con escucha atenta, acompañan sin juzgar. 
Hacemos la experiencia de la intimidad. Intimidad que es cercanía, con nuestro propio mundo interior, y con aquellos que están en la ronda con nosotros.
Y entonces empezamos a ser, además de vos y yo, nosotros.
Y la vida es más rica. Y más linda.

En este fin de año entonces, doy gracias por cada ronda,
por cada círculo, por cada momento de intimidad.
Porque mi vida es más rica y más linda gracias a todos ellos.




jueves, 21 de noviembre de 2013

Grietas

¨She turned the great Leonard Cohen words--that cracks are how the light gets in--upside down, and said that cracks are how the light that's inside us gets out, so people who are suffering can see it, and know that the light is real.
Puso patas arriba las palabras de Leonard Cohen:¨ las grietas son los lugares por donde entra la luz¨. Dijo que las grietas son el lugar por donde sale la luz que está en nosotros, así los que están sufriendo la pueden ver, y saber que es real.
Anne Lamott 
Querido lector, querida lectora: En esta semana, entre otras tantas cosas, escribí un post sobre los días negros en los vínculos con los hijos. No es la primera vez que comparto alguna de mis grietas, y es una de esas veces en las que a unas cuantas personas les gustó el post y así me lo hicieron saber. Algunas incluso me comentaron sentirse menos solas al leerlo. 
Me quedé pensando bastante, y a raíz de un texto de Anne Lamott que leí también en estos días, volví a confirmar algo que hace tiempo es norte para mi: Compartir desde la vulnerabilidad acerca. Y cerca está bueno.
Compartir desde la vulnerabilidad es estar ahi desde la más sincera autenticidad, poniendo todo lo que somos. Lo que nos sale bien, y lo que no nos sale tanto. Lo que es ¨politícamente correcto¨contar, y lo que uno solo se anima a confesarle a unos pocos.
Por aquellos lugares que son en nosotros frágiles, desordenados, desprolijos, imperfectos, y tantas veces nos provocan vergüenza, salen los rayos de luz de nuestra más esencial humanidad. Aquellos que hacen sentir al otro que se intuye imperfecto y vulnerable, parte de una familia, y un poco menos solo. Aquellos por donde se cuela nuestra verdadera luz.
En estos días de cierre del trabajo del año de los grupos, encuentros en los que circula mucho agradecimiento mutuo y elogios varios, me encontré un par de veces diciendo: ¨estamos en camino¨. Que no es lo mismo que decir: Vos estás en camino, yo ya llegué. 
Estamos en camino es: vamos juntos. Es: yo también tengo tanto que aprender. Es: yo tampoco se, estoy haciendo lo mejor que puedo, te acompaño.
Y entonces la luz que emana de tus grietas va iluminando mis pasos y la luz que emana de las mías ilumina los tuyos. Y vamos viendo, despacito, un paso a la vez, y caminamos juntos sabiendo que es posible. 
 
 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Rescate


Hay épocas ¨negras¨para los vínculos con los hijos. Días en los que las ofensas y los malos tratos están a la orden del día. Días en los que ganas no me faltan de revolear a alguno por la ventana. Días en los que ellos quieren revolearme a mi por la ventana y nadie disimula. Días en los que por ratos ¨me toma¨ una horrible sensación de: ¨hice todo mal¨ y ¨¿en qué momento les enseñé esto?¨-
En esos días, siento trasladarme en ese auto de los autos locos, el que iba con sus murciélagos revoloteando alrededor de la torre, el espantomóvil.
Entonces, para ayudar a despejar mi cielo, uno de los ejercicios que hago es el de sentarme a escribir, detenerme a re-conocer todo aquello que mezcladito con los enojos y las impaciencias, hacen de ser madre, esta aventura apasionante que no cambiaría por nada.
Si, muchas veces me enojo, otras me saco, y también, de cada uno de ellos, de mis hijos, muchísimo aprendo. O intento.

Pipe: me enseñás que todo llega a su tiempo. Que puedo dormir una siesta a una hora insólita del día, y está bien, si estoy cansada. Me enseñás que se puede vivir más liviano, y reirse. Me enseñás que no hace falta llenarse de cosas para ser feliz ( y parece que no hace falta ordenar las que uno tiene, aunque ésta, me cuesta aprenderla) Me enseñás que no todo lo que hacemos es para mostrar, algunas las hacemos porque disfrutamos hacerlas.
Me enseñás que ¨esa es la que va¨.
Juani, me enseñás a pedir perdón, y a perdonar. Me enseñás a reirme a carcajadas, me enseñás el entusiasmo y la alegría, me enseñás a ser fiel en la amistad. Me enseñás que crecer es un proceso desparejo, desprolijo y apasionante.
Clara, me enseñás a callar más, a respetar privacidades. Me enseñás el valor de las diferencias, el compañerismo, la generosidad y la paciencia. Me enseñás que donde uno menos lo espera, puede sorprenderse. También me enseñás a perdonar. Con vos aprendo lo importantes que seguimos siendo los padres para nuestros hijos aún cuando están ¨más grandes¨.
Tere, me enseñás que aún en el mega desorden, se pueden llegar a encontrar algunas cosas! Me enseñás que nada es definitivo y de todo se crece y se avanza. Me enseñás tolerancia, apertura, inclusión, aún con los que nos han lastimado. Me enseñás que está bueno probar distintas cosas,
para ir viendo lo que nos gusta. Me enseñás el entusiasmo y la creatividad.


viernes, 15 de noviembre de 2013

Alimentando el manantial

¨El arte es un sistema que utiliza imágenes. Para crear, hacemos uso de nuestro manantial interior, que es un reservorio artístico, parecido a un estanque de truchas bien poblado. Como artistas, debemos regenerar nuestros recursos a medida que los extraemos. A este proceso lo llamo, alimentar el manantial. Alimentar el manantial implica la búsqueda activa de imágenes para refrescar nuestras reservas artísticas. Al nutrir el manantial,  piensa en la magia, piensa en deleitarte, en divertirte. Trata de hacer lo que te atrae, explora lo que te interesa, piensa en el misterio y no en la maestría.
Julia Cameron, El camino del artista


Esta semana anduve regenerando recursos, alimentando mi manantial. Me fuí al cine. Y esto es lo que vi.

Cayó en mi radar gracias a la recomendación de una persona muy querida, la película Cuestión de Tiempo. Es uno de mis temas, es uno de ¨los¨ temas.  El tiempo.  El que pasa y no vuelve. El tiempo que da posibilidades. El tiempo en el que hay que elegir. El tiempo en el que ¨elegimos¨ aunque creamos que no lo estamos haciendo. El tiempo en el que podríamos haber hecho las cosas de manera diferente. El tiempo de reconciliarnos con lo que es. El tiempo de querer resolver y de entender que no está en nosotros hacerlo, si acompañar. El tiempo de saber que no podemos empujar el tiempo. El tiempo de entender que cada uno tiene sus propios tiempos. El tiempo de las transformaciones y del aprender a estar de maneras nuevas con aquellos que queremos.
El tiempo de dejar de querer detener el tiempo y empezar a vivir pasando despacio, registrando la maravilla, prestando atención a este, el único tiempo.
Uf, me encantó. Me dejó sintiendo, pensando, disfrutando. La recomiendo y mucho.

Llegó a mi también, casi sin buscarlo, por una invitación, el documental El Olimpo Vacío. Un documental sobre Juan José Sebreli y uno de sus libros donde analiza algunos mitos nacionales
( Gardel, el Che, Evita y Maradona).
No había leído nada de él, y gracias a este documental lo conocí un poco y lo quise. Lo sentí cercano. Sentí que podríamos haber sido amigos, como él diría, incluso sin saberlo.
Me encontré. Y encontré compañia.
Si alguna, o muchas veces ( como yo), te sentís solo en tus apreciaciones de ciertas cosas que pasan, a distintos niveles, ( nacional, familiar, grupal), este documental te hace sentir un poco menos solo. Te cuenta que hay algunos otros, no muchos quizás, pero algunos hay, que ven otras cosas, que ven una complejidad que las masas parecen no ver (o no querer ver?) y no entran en lo que el llama el ¨delirio de unanimidad¨.
Te vas a encontrar con alguien que se pregunta y pregunta, que cuestiona ciertos mitos, que no se contagia ¨alegrías masivas¨sin chequear consigo mismo. Que mira un panorama más amplio y se arriesga a ser un poco oveja negra, patito feo, ¨distinto¨.  Que sabe que su audiencia será por todo eso, pequeña, y así lo acepta.

Y anoche vi el documental Kartún, el año de Salomé en el Teatro del Pueblo (está los jueves de Noviembre). Acá el link a la reseña que me dió tremendas ganas de hacer el esfuerzo que me implicó recorrer la distancia entre mis pagos y el Obelisco un jueves en hora pico de tráfico y cansancio.
http://mecagoenlabohemia.blogspot.com.ar/2013/11/kartun-y-el-sagrado-estado-de-la.html
Y cuánto valió la pena el periplo! Ser invitados al mundo de un creador, y de su proceso creativo. Y de nuevo, en tanto encontrarme. En la búsqueda de lugares y tiempos  ¨sagrados¨ de recogimiento y contemplación,  que permiten el avance de las inspiraciones. En el ir dándole forma, y dejando que vayan adquieriendo su forma esos primeros atisbos informes de ¨algo¨. En la casi ¨manía¨ de los archivos, que no son lo mismo que las colecciones, que nos permiten compartir con otros nuestros pequeños tesoros y hallazgos. En la mangueroterapia, ese dejar transcurrir el tiempo pasando de planta en planta, viendo correr el agua. En la búsqueda de imágenes que alimenten ese manantial del que después emanarán ideas, textos, creaciones. En el crecimiento que conlleva cada proyecto, desde sus primeros pasos, ensayos, maduraciones puertas adentro hasta su adultez y su salida al mundo en el que se siguen transformando. En ese dejar la propia huella en cada trabajo, sin concesiones, con valentía y generosidad. Y en tanto más, que por querer prestar atención a cada tramo, no anoté en el momento y hoy no puedo reproducir.
Salí del teatro/cine con la ¨panza llena¨ y con mucho para charlar con marido mientras picábamos algo por ahi. Y con ganas de en esta mañana contarlo, para que no se lo pierdan.










miércoles, 13 de noviembre de 2013

La Verdad

¨Maybe the audacity of it thrills you. Maybe it´s always been like this: you out on the edge with your verity serums, your odd-sized heart, your wet eyes, urging. Maybe this is what you are good for, after all. You teach memoir.
Goodness doesn´t matter here, bearing witness does.
You have written quiet and expected quiet, and yet, a terrible noise has hurried in. 
You have learned from all that.
Truth is your obsession¨

Handling the truth, Beth Kephart


















La verdad ha sido y es, para mi, casi una obsesión.
¿Cuál es la verdad?
La de cada uno. La que cada uno quiere o puede ver y vivir a cada momento. No es la misma la mía que la tuya. No es la misma la mía en este instante que la mía un instante después.
La verdad de lo que siento, la verdad de lo que percibo.
La razón del corazón y el cuerpo que no mienten.
Hay cosas que están allí cuando me aquieto, que me cuesta mucho des-oir. Verdades, mías, como ruidos que se cuelan cuando lo más ¨apropiado¨ sería sentir lo que sienten los demás, o lo que dicen sentir. Y no revolver el avispero. El mío, el de algún grupo.
Y por más que a veces sería tanto más cómodo, aprendí a no ir siempre por lo apropiado, a resignar el ser buenita y predecible, a tolerar no sentirme incluida. Aprendí a animarme a sentir y a quedarme en la incomodidad y la libertad de no pertenecer del todo, más que a mi misma. Aunque eso tantas veces me haga preguntarme si soy rara.
Elijo, como dice B. Kephart, dar testimonio de lo que es en mi en cada momento.
Trato de saber y decirme la Verdad.
Quizás eso sea para lo que soy buena. Quién sabe.




domingo, 10 de noviembre de 2013

Lo viejo, nuevo.


Esperaba que la escritura me permitiera escuchar lo que se me había escapado, esos ultrasonidos indescifrables...Hay que llegar hasta el final, no dejar nada en la sombra...
Delphine De Vigan



Hace bien volver a pasar por ciertos lugares. Sobre todo si ese paso no es a la manera de un disco rayado, repitiendo narrativas que ¨ya sabemos¨. Si en el paso, con atenta curiosidad, nos abrimos a lo nuevo que eso ¨viejo¨ puede traernos. Si en el paso, aunque todavía no sepamos qué nos trae, podemos estar con eso hasta que decida mostrarnos .
Así, en cada nueva pasada, alguna luz inesperada puede derramarse sobre un tramo todavía oscuro y nuestra alma ampliarse, como si hubiéramos habilitado un rincón abandonado, olvidado, o desconocido de nuestra propia casa. Y en el proceso, como en todas las ampliaciones, hacerse lugar para algo nuevo, lugar para más. Lugar para lo distinto. Lugar para el cambio. Espacio para nuevos aires, casa que se ventila y se refresca-. Tierra que se acerca al cielo. Cielo que se acerca a nuestra tierra.

 ¨Algunas personas, cuando envejecen, se vuelven más amorosas y amables. Las aberturas de sus ojos se ensanchan. No creo que se debiliten. Creo que algo débil se fortalece. Hasta se convierten más y más en eso. Como si dejaran entrar el cielo¨ 
Kay Ryan




miércoles, 6 de noviembre de 2013

Contacto

A veces me traiciono
a veces me traiciono, sí. 
cuando llueve y no miro  
para arriba.
cuando en medio 
de un embotellamiento 
maldigo a Buenos Aires.
las mañanas en que me levanto
y no pongo música.
cuando dejo vino
en el culo de una botella.
cuando minimizo 
la daga con la que 
me atravesaste.
cuando me quedo 
quieta, dormida, 
profiláctica.
y no beso 
ni me desnudo 
ni digo te quiero.
a veces 
me traiciono, sí.
pero por suerte
pasa poco, muy poco, 
cada vez menos.

Mariana Kruk

Cuanto más en contacto estoy conmigo y mis cuestiones, cuanto más me registro, cuanto más me percibo, cuanto más me escucho y le doy la bienvenida a todo lo que es, cuanto más me acuerdo de respirar, cuanto más me siento y me se, cuando valiente y aguerrida me animo a llorar mis llantos y a reir mis risas; mejor me cuido, más me respeto, menos me traiciono, más feliz soy. 
Cuando muevo, escucho y siento. Cuando me quedo quieta.
Cuando me quedo. Cuando quieta es silencio. Cuando quieta es despierta.


Entonces veo y huelo la lluvia, siento el dolor de la daga, pongo música y bailo, y beso y me desnudo, y digo te quiero. 
Soy.
Y voy con mi antorcha, poniendo luz en la oscuridad.

Por suerte, pasa bastante, cada vez más.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Encuentro cercano

¨ Cuanto más avanzo, más tengo la íntima convicción de que tenía que hacerlo , no para rehabilitar, honrar, restablecer, revelar o reparar..., solo para acercarme. 
Escribo porque hoy tengo fuerzas para detenerme sobre lo que me atraviesa y a veces me invade..., porque quiero dejar de tener miedo..., poder aprovechar mi suerte, mi energía, mi alegría...¨
Delphine de Vigan














En las últimas semanas, por motivos varios y en situaciones distintas, apareció nítida e inesperadamente, mi niñita interior.
Esa que entre los seis, siete, ocho años, jugó despreocupada.
Esa que anduvo liviana, salticando, correteando, explorando, aventurándose, confiando.
Fué conmovedor verla aparecer, sentir su presencia, sus latidos, sus recuerdos. Trajo esa punzada de dolor que acompañó a mucho de lo que vino después, y también la gran alegría de saber que todavía está ahi, con ese anhelo y esa posibilidad, con esa energía que es mía y que puedo recuperar.
Me trajo a la vez, el profundo contento de poder hoy, desde esta adulta que también soy, darle la bienvenida, sentarme a su lado, abrazarla amorosamente, validar sus añoranzas y sus deseos, aunque no todos puedan ser complacidos ahora mismo.

En estos días, le prometí estar atenta, cuidarla, y cuidarle esos tiempos y espacios que necesita para jugar y seguir creciendo.

De yapa, en estos días también, me llegó este dibujo de la casa que describí en el post http://flor-palabrastendidas.blogspot.com.ar/2013/10/la-casa-de-la-infancia.html, que su dueña reconoció por mi relato y me envió de regalo. Y me encontré con mi maestra de segundo grado, ¨la¨maestra, ( si chicas, Amanda!), a la que le di un Flor de abrazo, agradeciéndole a la vida por estas sincronicidades que nos ayudan a seguir re-conociendo eso que está ahi, en lo profundo de nuestro ser, esperando nuestra mirada y nuestra escucha para descongelarse y seguir su movimiento. Para seguir integrándose e integrándonos.