miércoles, 26 de mayo de 2021

Que nadie se quede afuera

Cuando aparece el chisporroteo del aceite, doy vuelta una por una las batatas, porque no dejaré piedra sin mover, en la búsqueda del perfecto amor doméstico

Laura Wittner


En la búsqueda del amor doméstico pongo flores
y prendo luces cuando cae el día.
Busco el amor y también iluminar cierta tristeza que a oscuras se me cuela.
También pongo música, como Laura, y muchas veces bailo.
Se siente bien mover el cuerpo, reconectar con la alegría profunda e inexplicable del instante.
En la búsqueda del amor doméstico, como no puedo invitarlos a mí mesa
los invito a que coman algo rico afuera en nuestro nombre.
Hago lo que puedo con lo que tengo.
No se trata al final siempre de eso?
A veces, si tengo resto, como anoche,
después de terminar con el lavado de platos, barro.
Me gusta pensar que dejo lista para el día siguiente la página en blanco.
También entro la ropa para que no le caiga el rocio.
Disfruto abrir la puerta de la cocina, sentir el frío de la noche,
y ver la luna que se puede ver desde el rincón del ténder.
En la búsqueda del amor doméstico limpio cada día el pedazo de vidrio
que siempre ensucia Elvis cuando ya quiere entrar después de sus paseos.
Él todo el tiempo me recuerda que el amor doméstico
no puede ni debe dejarlo afuera.
"Que nadie se quede afuera"
escuché a un sacerdote decir hace un millón de años.
Que nadie se quede afuera.
En la búsqueda del amor doméstico, o de cualquier otro, creo yo,
esa sería la versión más perfecta.