You are, off course, enough.
You matter
Ronna Detrick
Hoy a la mañana, me desperté temprano, y cuaderno en mano me puse a registrar algunas sensaciones que recordaba de los sueños de la noche. Un recuerdo fué llevando a otro, una sensación a otra, y así terminé evocando la palabra ¨pido¨. Esa que usábamos de chicos en los juegos, para detener la marcha de los acontecimientos, re agruparnos, re organizarnos, re-unir nuestras fuerzas y seguir jugando. Era una habilidad, una costumbre, un permiso.
¨Pido¨. Pausa institucionalizada. Parte del juego.
Cuando terminé de escribir, leí una entrevista a Oliver Sacks, un famoso neurólogo, que cuenta la historia de cómo se vivía en su familia durante su infancia el Sabbath.
http://www.nytimes.com/2015/08/16/opinion/sunday/oliver-sacks-sabbath.html?_r=0
Un día de pausa en la semana, rico en rituales, oraciones y visitas a familiares, que su primo le habría descripto como una pausa necesaria para mejorar la calidad de la propia vida.
La paz del Sabbath, del mundo detenido, del tiempo fuera del tiempo.
Pausa semanal que con el tiempo y el alejamiento de sus tradiciones religiosas, él fué perdiendo. Junto con el abrazo, la calidez, la cercanía, la aceptación de una familia en la que se había sentido por muchos años cobijado.
Tuvieron que pasar muchos años para que pudiera reencontrarse con la pausa del Sabbath, y con el calorcito y la aceptación de una familia, que tanto había añorado.
Pido, Sabbath, Pausa.
Yo también con el tiempo fuí perdiendo el hábito niño del ¨pido¨ Ese hábito que constituía un refugio en momentos de riesgo del juego.
Y recorro cada día, conscientemente, el camino de recuperarlo.
Practico y practico, añorando que cada día se vuelva hábito más arraigado.
Y hoy que es el día del niño es lo que para nosotros pido de regalo:
Que aquellos que lo hayamos perdido u olvidado, podamos recuperar el:
Permiso para detenernos en el mundo, en el curso, en el flujo, por unos instantes.
La pausa para poder chequear impactos, significados y elegir desde ese nuevo espacio.
El permiso y hábito de reencontrarnos, re agruparnos, re unir nuestras fuerzas para seguir jugando.
Abrazando cada aspecto, cada tramo.
Recordando quiénes somos y cuánto valemos.
Sabiéndonos en ese lugar, en esa pausa, seres suficientes, aunque alguna vez,
alguien, sin querer, o sin darse cuenta, nos haya hecho sentir lo contrario.
Vale pido!
Feliz día a tu niña interior!!!
ResponderEliminarQué lindo llamado a recordar la importancia del "pido" y que también ahí -por supuesto o no tan supuesto - somos suficientes. Gran señal en el camino y tiempos de mucho movimiento! Gracias, abzo
ResponderEliminarQué lindo llamado a recordar la importancia del "pido" y que también ahí -por supuesto o no tan supuesto - somos suficientes. Gran señal en el camino y tiempos de mucho movimiento! Gracias, abzo
ResponderEliminarQué lindo llamado a recordar la importancia del "pido" y que también ahí -por supuesto o no tan supuesto - somos suficientes. Gran señal en el camino y tiempos de mucho movimiento! Gracias, abzo
ResponderEliminarotro maquita para vos!!
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