Frente a un rancho que tengo..., pongo éstos versos colgados en un alambre. Es a ver si pasa algún caminante, y al verlos como ropa al viento... puede que salude agitando una mano como si hubiera encontrado algo suyo. ...y diga: Si, ahi está colgado lo mismo que yo quería decir. Palabras tendidas, Jorge Escudero
miércoles, 8 de mayo de 2013
Sarasa
Disonancia: En el diccionario: Falta de conformidad, correspondencia o proporción entre dos o más cosas. Por ejemplo, entre lo que se dice y lo que se hace. En el ámbito de la música: Falta de armonía entre dos sonidos, que provoca al oído una sensación desagradable. Recurso que es a veces usado para crear ¨tensión¨.
Incomodidad, disonancia.
Lo que percibo como disonancia, me produce incomodidad. Algo está fuera del foco, pero está.
Mis radares siempre han sido muy sensibles a la captación de ciertas disonancias. La pista es la tensión que me generan, como esa que puede provocar la falta de armonía entre dos sonidos. La diferencia es que de un tiempo a esta parte aprendí a quedarme con la incomodidad, a tolerarla, a preguntarme. A esperar, a escuchar mis respuestas, que van llegando y traen alivio. Aunque más no sea, el de saber de qué se trata.
Me incomoda la existencia de algo que no se explicita pero que intuyo está allí, la falta de consonancia entre lo que se dice y lo que veo. Lo que doy en llamar ¨sarasa¨, aunque se presente disfrazada, con ropa seria y formal.
Pero la incomodidad, me doy cuenta, no es tanto porque no se haga explícito aquello, sino por el esfuerzo que percibo hecho para disfrazarlo, por la maña puesta en esconderlo, en dar la imagen, y convencer de: ¨todo lo contrario¨. Como una impostación, un gesto ampuloso, amplificado, ante el que algun oyente distraído podría conformarse y hasta ¨admirarse¨.
Incomodidad ante lo que me parecen ser ciertos ¨engaños¨, por así llamarlos. Engaños que muchas veces no son concientes , y posiblemente ni siquiera me son dirigidos, pero que mi vista y mi oído confían estar percibiendo. Algo huelo a pesar de estar siendo la atención atraída hacia lo anecdótico, o hacia lo dicho y no a lo que se juega en los modos, en las sutilezas de los tonos, de los pequeños o grandes gestos.
Que no concuerda con lo que se está diciendo.
Disonancia, presencia que no puedo ignorar, aunque me incomode.
Precisamente porque me incomoda.
Eso nomás, una reflexión.
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Ay Florcita! qué vértigo me dió leerte... yo que x ahora solo puedo pensar en cómo haré para que Martina no se me caiga de la cama cuando finalmente este entre nosotros... y en cuántas cosas externas e incontrolables x nosotros pueden lastimarla... entregarse y confiar ¿cuál es la receta? Seguro que compartir ayuda, ser esta y esas madres, una sola y todas juntas!
ResponderEliminarBesos!!!