¨Puedes imaginarte sentado a la orilla de un riachuelo, observando...unas hojas que flotan en el agua. Al momento descubres que te has levantado y caminas como un sonámbulo hacia el centro del río. Un poco después, te despiertas, y descubres que una vez más, te has sumergido en su corriente. Cuando eso ocurre, felicítate por haber despertado, regresa tranquilamente a la orilla del río, y vuelve a empezar¨
M. Williams, D. Penman, Mindfulness.
Estaba parada, afirmada, sostenida,
en un punto medio.
Sentía lo cercano, oteaba el horizonte.
Respiraba con tranquilidad.
Disfrutaba esa relativa paz alcanzada,
el sol tibio en la espalda,
el cuello flojo, la mandíbula relajada.
¿Saben de qué hablo?
Algunas brisas las vió venir,
mas no calculó distancias
ni anticipó intensidades.
Vientos disimulados,
fuertes, bravos, tal vez
por llegar todos juntos y apiñados,
la tomaron por sorpresa,
y ese equilibrio que había logrado,
voló por un tiempo en el aire,
desparramando pedazos
cual rompecabezas en manos
de un niño pequeño, torpe,
poco experimentado.
Como en un subeybaja,
fué deslizándose despacito,
al principio imperceptiblemente,
luego a zancadas,
hasta encontrarse en una punta,
la de abajo, inestable,
tratando de recuperar el aliento,
su aliento.
Con un camino por delante,
ir avanzando de a poco por la tabla,
un paso a la vez, hacia arriba,
hasta llegar a un nuevo punto de balance.
Las ráfagas desestabilizadoras
le habían traído
la sensación de caos y cansancio
y con ella la oportunidad
de despertar, mirar, darse cuenta,
y empezar de nuevo.
Flor,parece escrito para mi que ayer me des estabilice en serio. Vertido postural benigno dijo el médico. Oportunidad d pensar que pasa? Porqué esta contractura, etos mareos, esta pérdida de equlibrio. Mirar para adentro para ver que hay dando vueltas. Sincronicidad de amigas??
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