Esta noche un gato lloró tanto, que sentí una de las más profundas compasiones por lo que está vivo. Parecía dolor, y en nuestros términos, humanos y animales, lo era.
¿Pero sería dolor, o era ¨ir¨, ¨ir hacia¨?
Pues lo que está vivo, va hacia.
C. Lispector
Se oye el llanto
que pide
recalcular, reorientarse, dejar morir formas viejas,
que pide
recalcular, reorientarse, dejar morir formas viejas,
dar de nuevo, volver a amasar,
dejar levar,
y escuchar las formas nuevas que están queriendo brotar.
Dejar que lo vivo, por vivo, se mueva.
No pelear contra ese impulso vital.
Subirse a la ola y dejarse llevar.
Confiar en que en la nueva orilla
también habrá tesoros para disfrutar.
Desplegar alas,
las mías.
Y regalar dones, los míos.
¿Cuáles sino?
¿Quién sino?
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