¨He llegado a considerar el cultivo de la atención plena como un acto radical, un radical acto de salud, de compasión para conmigo, y fundamentalmente, un acto de amor¨ Jon Kabat-Zinn
Llegó el día. Ese que mirábamos desde lejos, sabíamos que llegaría, pero ni con larga vistas e imaginación, alcanzábamos a enfocar. En algún lugarcito sabíamos que los delantales rojos se transformarían con los años en buzos de egresados, con sobrenombres extraños en la espalda. Teníamos por delante una etapa larga que se sentía eteeerna, creíamos que los placares de la casa iban a estar para siempre llenos de uniformes arrugados, que la vida sería siempre así.
Bueno, pues no. Qué novedad ¿no?
Algo que parecía que marcaría siempre nuestros días, está llegando al final.
Nuestra hija más chica empezó su último año de colegio. Comienza a acabarse una etapa de veinte años de vida escolar para nuestra familia.
Veinte años de madrugones, viandas hechas tempranito, cuando las cosas se me caen de las manos torpes, todavía somnolientas, listas de útiles, los mismos recorridos a la mañana y a la tarde. Veinte años en los que con variaciones, la vida familiar se ordenó en función de las fechas, horarios y eventos escolares.
Cuando miramos para atrás, hubo momentos disfrutables, y también varios momentos difíciles en el camino de la escolaridad, y como toda etapa, en algún momento empezó a pedir desde afuera, y desde adentro, terminar.
Se viene un año de todo lo que ya sabemos que trae egresar, y como dice un cuento querido de la infancia de mis hijos, ¨tendremos que atravesarlo¨.
Esta vez, para nosotros, con el extra sabor agridulce del cierre final.
Dulce, porque la sensación compartida ya desde hace un tiempo es que ¨ya estᨠy todos estamos para cambiar; agri, porque al terminar ella el colegio todos nos despediremos de esa infancia y de esos puntos cardinales que habrán organizado nuestros días; y agri sobre todo porque la conciencia del tiempo que pasó y no vuelve es aguda y punzante.
La vida.
De todas maneras, todavía falta este ciclo lectivo, y habrá que ponerle garra para transitarlo en lo que se anticipa como cuesta arriba en algunos aspectos, feliz en otros.
Como cada año de estos últimos, renuevo la intención de pasar despierta. Se que el riesgo, como siempre, es, por querer estar ya allá, no estar del todo acá, y perderme lo importante: que es para mi estar donde estoy, presente, lo más enteramente que pueda, porque es donde estoy donde puedo amar.
Por eso me digo y le digo a mi chiquita alta, unas palabras inspiradas en las del sabio Kabat Zinn:
¨Estemos ahí, ( aquí) y entonces, ahí( aquí) estaremos¨
Pasemos despiertas, atentas, traigámonos de vuelta a esto que toca hoy, una y otra vez.
Disfrutemos lo gozoso, acompañémonos en lo dificil.
Y cuando el año termine, confío habremos aprendido mucho (o algo), habremos crecido,
estaremos listos para la despedida y un mundo nuevo nos estará esperando.
¡Vamos que podemos!
Un beso enorme en este verdadero último primer dia a los Marti-cerme!
ResponderEliminargracias Maguita!
EliminarCuánta profundidad y qué linda forma encontrás siempre para descriibir lo hechos de la vida!
ResponderEliminarun abrazo en este comienzo!
Gracias maritchu! si me habrás atajado con tantos temas en esos años de turbulencia escolar!!! Ya casi lo logramos!!!un abrazo!!
EliminarClaro que pueden! Vamos con tutti! O con tutti la presencia jeje. Qué emoción me da leerte, siempre. Abrazo y buen comienzo-cierre :)
ResponderEliminarGracias maquita linda!
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