miércoles, 24 de enero de 2018

Donde se esconden los poemas

Hoy la práctica de escritura la dispara el poema de Naomi Shihab Nye que copio abajo. Es en honor a la poesía que se esconde en situaciones ínfimas y cotidianas.
Miro mi vida y la encuentro. Capaz vos querés mirar la tuya a ver en qué detalles se esconde. 


Te voy a contar un secreto...
Los poemas se esconden en tu vida y donde menos los esperás, si estás mínimamente atento, 
se te aparecen..., como esos pajaritos chiquitos que se acercaron la otra mañana a mi mesa, y sin pedir mucho permiso, se ¨convidaron¨ mi tostado, cumpliendo, sin saberlo, el deseo de mamá de que tuviera buena compañia mientras tomaba mi café y ella dormía.
Los poemas se esconden también en un marido que duerme al lado mío en la cama y me enternece tapándose hasta las orejas, como un chiquito, cuando en mitad de la noche, empieza a soplar vientito y la ventana que dejé abierta deja pasar el fresco que se viene....
Se esconden en la lámpara de papel que él rescató de su placard, recordando que la hizo con sus propias manos el verano pasado con el papel que envolvia los panqueques que ella compró cuando fuimos a visitarla. Se esconden en esa foto que le sacaste a la lámpara encendida en esa noche en medio del jardín a oscuras, y que al verla a la mañana te trajo el tarareo de esa canción de antaño... ¨hay que encender una luz por pequeña que sea....lalala¨
Los poemas se esconden, y a veces por varios días no aparecen....y te parece que te falta el aire...y que lo único que hacés es pensar en horarios de remedios, dosis, sondas, médicos...y de repente, mientras su amiga más viejita la visita, se apersona uno nuevo, cuando aún conociéndote de toda la vida te dice: ¨No te reconocí, no sabía que eras su hija....sos tan parecida a su ex marido...¨ Claro, le decís, es que también soy hija de él...y en esos dos renglones ves brillar la luz de un poema risueño que te toma de la mano y te ayuda a atravesar ese rato...
Los poemas se esconden, pero están ahi nomás, como chiquitos que jugando a las escondidas, se tapan los ojos y creen que nadie los ve.
Se esconden en una bolsa de papel con una ensalada, un pedacito de torta, un agua, que tu hijo y su novia te acercan a la entrada en una noche larga.
Ahi nomás, en un mensaje de whatsap de una amiga que te dice: ¨estoy en el subte, pasando cerca del hospital, si estás, me bajo y te doy un abrazo¨, y aunque no podés desatender todo el tramiterío que te toca hacer esa mañana, sentís el arrope de esos brazos, y el cariño que te envuelve...oh, poesía que vino en subte a visitarte...
Los poemas se esconden todo el tiempo en el whatsap, ellos si que saben aprovechar los avances de la tecnología...se aparecen en forma de mensajes cariñosos de amigas que te ofrecen unos mates, acompañarte a comer algo, o palabras cariñosas que te recuerdan que el tiempo es sabio, y que estamos todos en el mismo barco....
Los poemas se esconden, si, pero no demasiado,
están ahi, siempre a la mano, para ayudarte a cruzar cualquier charco...




Valentine for Ernest Mann

You can’t order a poem like you order a taco.
Walk up to the counter, say, “I’ll take two”
and expect it to be handed back to you
on a shiny plate.
Still, I like your spirit.
Anyone who says, “Here’s my address,
write me a poem,” deserves something in reply.
So I’ll tell a secret instead:
poems hide. In the bottoms of our shoes,
they are sleeping. They are the shadows
drifting across our ceilings the moment 
before we wake up. What we have to do
is live in a way that lets us find them.
Once I knew a man who gave his wife
two skunks for a valentine.
He couldn’t understand why she was crying.
“I thought they had such beautiful eyes.”
And he was serious. He was a serious man
who lived in a serious way. Nothing was ugly
just because the world said so. He really
liked those skunks. So, he re-invented them
as valentines and they became beautiful.
At least, to him. And the poems that had been hiding
in the eyes of skunks for centuries 
crawled out and curled up at his feet.
Maybe if we re-invent whatever our lives give us
we find poems. Check your garage, the off sock
in your drawer, the person you almost like, but not quite.
And let me know.

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