sábado, 19 de mayo de 2018

Está su voz, que todavía susurra



¨Escribe lo que no debe ser olvidado¨ 
dice Isabel Allende.

Y leo decir a Carolina Hinojosa en un articulo publicado en On Being, (We survive by telling stories), que las personas, las familias, los linajes, sobrevivimos a través de las historias que nos contamos, 
que van pasando de generación en generación. 
Como una oración en la ¨iglesia¨ de la mesa familiar,
nos compartimos el pan de las historias,
a veces salvajes, rezos al fin. 
Historias que forman el libro de la vida, 
Historias que nos confiamos unos a otros
para de esa manera ser recordados y sobrevivir.

Storytelling is a form of prayer. 
Storytelling originated as an oral tradition. the act is a prayer, even if the folktales sound savage or bone chilling. They get carried in the mouths of our elders and are passed across generations... 
It is survival, a preservation of history...a catalog of all the places we have been...a book entrusted to its people to ensure they are not forgotten....it is in this that the history of a body of people resists being erased...
This is how people survive...¨

Entonces comparto en esta mesa hoy, mi rezo.
Paso el pan de este pedacito de historia,
que de alguna manera preserva la vida y la memoria.

Surgió de un ejercicio de escritura del taller a partir de la línea final de un poema.

Está la voz de tu madre, que todavía susurra.... 

Está la voz de tu madre, que todavía susurra
que las milanesas napolitanas son milanesas viejas,
a las que les ponen salsa de tomate, jamón y queso. 
Y a veces, ni siquiera jamón...
Podés escucharla decir que está rodeada de boludos,
e impacientarse con todo y con todos...
(y detrás de todo eso, ya sabés...el amor)
Está su voz no tan baja, 
llamando con urgencia a la enfermera
para que llame al encargado de mantenimiento
para que baje por favor varios grados el aire acondicionado del hospital, 
porque ella se muere, literalmente, de calor.
Podés escucharla decir ¨si no tuviera cáncer, sería una máquina¨,
y también ¨cuando se me vaya el dolor, la rompo¨
y enternecerte ante ese optimismo esperanzado, por ratos ciego...
Su voz, esa que durante tantos meses nombró
el profundo anhelo de volver a ver el mar,
 esa que pidió más tiempo....el tesoro más valioso.
La voz susurrante que por las noches recitaba letanías insoportables....
¨señor ayudame ¨
letanías que nos trasladaban sin escalas no tanto a Dios,
sino a un infierno de sufrimiento innombrable...
Todavía, en muchas de mis noches susurra su voz: 
¨no me quiero morir, me quiero quedar con ustedes¨, 
y me mantiene despierta, dando vueltas en la cama, escuchándola...
Todavía está su voz, susurrando su historia, sus carencias,
sus ansias, sus miedos, sus hambres, su sed...
Su voz exigente, para la que algunas veces, nada era suficiente.
Sus palabras de agradecimiento por mi compañia en las quimios,
escritas en ese cuaderno que me regalaron para mi cumpleaños.
Su furia aterrada cuando no la escucharon llamar y sin poderse mover,
pasó tanto frío esa madrugada en la cama, 
su hablar en inglés para que la cuidadora jovencita e inexperta del fin de semana
no se diera cuenta de que no la soportaba
( como si no quedara más que claro en el fulminar de su mirada).
Su voz suavecita y llorosa, pidiéndonos perdón por hacernos pasar por tanto,
( como si fuera su culpa, como si pudiera elegir curarse)
apesadumbrada por tener que pedirme que la ayude a limpiarse...
Su voz pidiendo algo más fuerte para el dolor...
mi mano firme y temblorosa, la jeringa, la morfina...
También están nuestras voces,
recitando agradecimientos alrededor de su cama,
y su voz al final, la de sus últimas palabras,
las que nos dijo mirándonos a los ojos,
antes de dormirse para ya no despertar...
Todavía está la voz de mi madre, susurrando:
¨los quiero mucho¨
y la nuestra que responde:
Nosotros también viejita,
nosotros también.

viernes, 4 de mayo de 2018

La anciana dentro de mi

Práctica de escritura
en el taller


La anciana dentro de mi dice 
que hoy es un día nuevo
y que empieza a haber un poco de claridad
Dice que si me quedo en el agua,
y me dejo revolcar, 
aún si me hundo por un rato,
pronto podré volver a respirar
y veré un sol nuevo
no tal vez el que imaginaba,
pero uno que calienta igual.
La anciana dentro de mi
dice que me anime
como me animé aquella vez, 
y aquella otra, a surfear,
que el revolcón no puede durar
por siempre jamás.
La anciana sabia dice:
animate a estar en la oscuridad
hasta que vaya llegando la claridad
prendé una luz, usá tus recursos
abrí tu burbuja,
acompañate y dejate acompañar.
La anciana dentro mío
me mira con ternura,
y me anima a caminar
me recuerda que ¨esto también pasará¨
La anciana dentro mío me escucha en silencio
me alcanza los pañuelos,
me trae un te caliente
me deja a mis anchas llorar.
Me dice: estás creciendo
la poda es necesaria
asentí a la vida
dejate transformar.
La anciana adentro mio me mira 
desde unos kilómetros más alla
me cuenta que lo que viene
es la entrega total.
Me espera, con paciencia
y anhela que pueda llegar
habiéndome hecho sabia (y savia)
y que una linda huella pueda dejar
La anciana dentro mío me cuida
me anima, me espera, y me mira
mientrás una vez más 
intento aprender a surfear.


martes, 1 de mayo de 2018

Permiso para que no sea tan feliz

¨And if your gift is to make people feel something, do not cover that in apology, do not lie to accomodate others´fear of feeling¨

Nayyirah Waheed



Las cortinas nuevas no duran mucho nuevas 
( no al menos en mi casa)
Pronto, les pasa ¨la vida¨, (o Pancha). 
Entonces son nuevas, y con agujeros.

La vida es también lo roto.

Lo que hay que coser una y otra vez.

Los huecos, girones y retazos
con los que una y otra vez estamos invitados a convivir.


dice Mary Oliver:

¨Para vivir en este mundo tenés que ser capaz de hacer tres cosas: Amar lo que es mortal, abrazarlo cerca de tus huesos
sabiendo que de eso depende tu vida, 
y luego, cuando llegue el tiempo, dejarlo ir, dejarlo ir¨

El día del cumple es para mi en ocasiones asi:
un poco nuevo, un poco roto. 
Espectativa a veces excesiva,
realidad en raciones siempre abundantes
y dejar ir, dejar ir, dejar ir.

El feliz feliz en tu día muchas veces también incluye las rajaduras que la vida le fue y le va haciendo a mi vida. Y la humedad que se cuela por ellas..., y que me lluevan todas las lluvias...

Hace unos años, sin la clara intención de hacerlo tradición,
comenzó la tradición de invitar a mi familia,
en las vísperas de mi cumpleaños
a ver algún espectáculo que ellos tal vez por su cuenta no verían. 
Cumplir en día feriado tiene esa ventaja. 
Siempre se puede comenzar el festejo la noche anterior.
Tuve un par de muy buenos aciertos en la elección de los espectáculos, y los últimos dos años, sin querer, por supuesto, decayó mi puntería notablemente. Anoche mis parientes le pusieron onda para remar un recital de poesia que calificaría de in-remable 
( en mi diccionario: dícese de aquella situación en la que aunque remes, no lograrás que no te lleve la corriente
y terminarás agotado, y en ninguna parte).
Muchos pensarán: vos también, un recital de poesía, a quién se le ocurre? O como me dijo mi maridito al salir del teatro, entre risas sardónicas: ¨la gente para festejar sus cincuenta contrata djs¨...
En fin, yo me había imaginado otra cosa,  y como ya sabemos,
no siempre la vida resulta como nos la habíamos imaginado,
y la famosa frase de los limones y la limonada...bueh.
De ahi a deambular de a pie por las calles lluviosas de Palermo, 
buscando algún lugar que tuviera una mesa para siete...
y al volver a casa, la perra, seguramente alterada
por la aparición de un gato o una comadreja en el jardín,
se había enredado en la cortina nueva,
y le había hecho un lindo desgarro,
y un buen y visible agujero.

Me fuí a dormir llorando
( no me malentiendan, 
no fue el temita de la cortina lo que fué para tanto)

Algunos cumpleaños vienen envueltos en este papel de regalo

Hoy, qué fué todo el día mi ¨feliz, feliz¨ cumpleaños,
me lo pasé sonándome los mocos
con el rollo de papel de la cocina, 
después de cada brote de llanto.
Un día que algunos podrían catalogar de:
 ¨para el olvido y el espanto¨,
un día al que yo le hago lugar como viene,
y trato de entre mis pertenencias, acomodarlo.
 Como dice Rilke
¨Dejo que todo me suceda
la belleza y el terror.
Solo sigo adelante,
ningún sentimiento es definitivo¨

Hace poco, alguien, ante algo que escribí,
me comentó cuánto la aliviaba leer
que a mi también me pasan cosas
como el miedo, la inseguridad, la tristeza, el llanto. 
Pensando en eso decidí escribir este pequeño relato. 
Escribirlo me alivia, porque decir la verdad alivia siempre, 
y no solo cada tanto. 
 Y porque, compartiendo, abrigo la secreta esperanza
de acompañar y amparar
con mi paraguas de palabras,
a algún alma que ande a la intemperie,
suelta entre la gente, mojándose bajo la lluvia torrencial,
no siendo tan ¨feliz, feliz¨, el día de su cumpleaños.