Inspirada en el poema Si, de M. E. Sierra Victorica
recorro mi semana y escribo mi versión.
Vi la Maravilla del Si
la luz del férvido rubí
el aire del hondo jazmín,
la savia, el dulce balancín
los verdes muerden el añil,
un mirlo dice que es feliz
llega una nube del confín
todo es perfecto, y está aquí:
el vértigo del colibrí,
el botón en el abrir
y la ronda en el jardín.
Vi, la maravilla del si.
Vi, la maravilla del Si
y en cuanto ví, pude descansar.
Vi que todo es perfecto
y que está justamente aquí:
El jacarandá en flor en mi jardín.
El mate, la perra,
la pared salpicada
con restos de pintura colorada,
manchas que no salen,
este silencio para escribir...
El sol, la acacia
con sus infinitos pompones rosados,
el domingo, otra vez aquí.
Resonancias de una charla profunda,
pausada, y tan linda con un hijo
en la penumbra de un viernes
que se acercaba a su fin:
cercanía, encuentro,
orgullo y admiración por su valentía,
su sensibilidad, su conciencia,
gratitud inconmensurable por coincidir.
El recuerdo de un encuentro anoche
con amigas queridas,
y también de conocer gente nueva
y conectar profundo.
Sonreir.
La maravilla del encuentro
de la apertura a lo nuevo,
del no quedarme atascada
en la sensación de ¨pereza¨ o ¨peligro¨.
la maravilla del amor posible.
Está aquí.
Los ecos de una semana de Mapas
de encontrarme conmigo y con otros
y una vez más, amorosamente coincidir.
La sensación de qué distinto es
cuando el abrazo es ¨del lado izquierdo¨
sintiendo tu corazón cerca del mío.
Tanto aprendido,
mucho ¨esperado¨,
y también ¨bellamente imprevisto¨,
la maravilla del coraje que nos hace abrirnos
y nos premia con el tesoro
de los encuentros profundos.
El eco de esa ronda grande
meciéndose en ese instante del tiempo,
los acordes todavía sonando en el cuerpo,
la maravilla y milagro,
lo asombrosamente precioso de coincidir.
Animarme a zambullirme en lo que vislumbro
es bueno, y ¨power¨ para mi
Renunciar a otras cosas, elegir
y no arrepentirme ni un segundo
de haber pasado por ahí.
La maravilla del focusing,
del acompañarnos así,
llegó a mi vida para quedarse.
Está aquí.
La invitación renovada a pasar despacio.
Más despacio, si.
Porque hay aspectos ¨pequeños¨
que todavía están aquí, necesitados de mi.
Y está la posibilidad, real, actual, sentible
de estar presente para todos ellos,
ahí, aquí.
La maravilla de la Presencia
está aquí.
Es en mi.
La maravilla del SI.
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