El pulso de lo vivo.
Late, late.
Se expande, se contrae.
Un día, muchas,
otro día, pocas.
Un rato; ruidos,
parloteo incesante
voces que se cruzan
al limite de lo abrumante.
Otro rato; la calma
y la escucha atenta y generosa.
La risa un momento,
el temblor, la lágrima después.
Late, late; está vivo y late.
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