miércoles, 22 de agosto de 2012

Comida familiar
















Siempre se sentaba en
el mismo lugar en la mesa
y así cada uno,
sus ¨puestos¨.
Un día rotaron
y le tocó sentarse en otro lugar
en otro ¨puesto¨, el de otro (otro?).
Y se vió, al otro lado de la mesa.
Estaba sentado allí, movía las manos.
Había un temblor en sus labios,
emoción apretada, contenida.
Se reconoció
en algo, no en todo
pero era innegable.
Asi había sido, un poco,
cuando se sentaba en aquel puesto.
Esos rasgos...
Se vió insistente, intenso,
un poco tenso, un poco denso.
Mucha agua había pasado,
nuevas formas, grandes cambios.
Pero podía entenderlo.
Decidió seguir rotando, curioso
y en ese movimiento,
seguir sabiendo, seguir reconociéndose,
aunque no siempre le gustara del todo
¨el comensal¨ al otro lado.



4 comentarios:

  1. Qué loco! algo parecido puse en mi página... me prestas estas lindas palabras y las subo?? Besos!! Cheli

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  2. Está bueno, eso de cambiarse alguna vez de silla!!!!!!
    Y poder ver las cosas como las ve el otro.
    Gracias, Florchu, besote!!!!
    Ber

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