Let everything happen to you: Beauty and terror.
You must just go – No feeling is the farthest you can go.
Don’t let yourself be separated from me.
The country called life is close.
Give me your hand.
~ Rainer Maria Rilke
Poder ser como el agua, transparente, liviana, refrescante.
Transformarme, moverme y aquietarme, sin estancarme.
Animarme a todo, sabiendo que hay más, más allá.
Bailar, correr, encarnar esa fuerza húmeda,
a veces desordenada, tumultuosa, natural,
por momentos difícil de contener, vital.
Recibirlo todo, sentirlo todo, que todo sea parte.
Y seguir andando, sin avergonzarme,
como no se avergüenza el agua de si misma.
Eso quiero, en eso estoy.
Aprendiendo del agua.
Frente a un rancho que tengo..., pongo éstos versos colgados en un alambre. Es a ver si pasa algún caminante, y al verlos como ropa al viento... puede que salude agitando una mano como si hubiera encontrado algo suyo. ...y diga: Si, ahi está colgado lo mismo que yo quería decir. Palabras tendidas, Jorge Escudero
miércoles, 30 de octubre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
Ahi nos vemos
Constellation
The metaphor of stars. Points of light in a shadowy sky. The life cycle of dust.
Something so far away, you only see it after it has died. I like that.
The gifts we leave when we go.
How even in their despair, those we love will look up and find us looking back.
Maya Stein
Algunos ya partieron,
nos quedan las estrellas.
Si estamos atentos,
y salimos a la fresca noche
cuando el día
va pidiendo permiso para retirarse,
desde allí nos mirarán,
desde aquí los miraremos.
Podremos encontrarnos,
en ese instante amoroso y quieto.
Reconocer
su paso por nuestras vidas,
y dar gracias.
The metaphor of stars. Points of light in a shadowy sky. The life cycle of dust.
Something so far away, you only see it after it has died. I like that.
The gifts we leave when we go.
How even in their despair, those we love will look up and find us looking back.
Maya Stein
Algunos ya partieron,
nos quedan las estrellas.
Si estamos atentos,
y salimos a la fresca noche
cuando el día
va pidiendo permiso para retirarse,
desde allí nos mirarán,
desde aquí los miraremos.
Podremos encontrarnos,
en ese instante amoroso y quieto.
Reconocer
su paso por nuestras vidas,
y dar gracias.
viernes, 25 de octubre de 2013
La casa de la infancia
Hace poco, gracias a Flopi,de http://elmaldelsauce.blogspot.com.ar/, descubrí los audios.
Algunas nochecitas, mientras preparo la comida, en ese tiempo de ¨espera¨entre poner al horno y sacar del horno, me siento a disfrutar alguno de los que ella recomienda.
Sentada en mi sillón,cierro los ojos y me dejo acunar por esas voces que traen relatos, poesías, historias breves. Mi mente y mi corazón descansan y también evocan. A veces corre alguna lágrima, me visita alguna emoción. Todo lo recibo en ese rato. Y a veces, después, escribo.
Hace poquito escuché algunos de los textos incluidos en el libro Aromas, de Philippe Claudel.
http://www.ivoox.com/philippe-claudel-aromas-audios-mp3_rf_2217861_1.html
Y escuchando recordé una casa grande de mi infancia, una casa donde íbamos con mi familia invitados los fines de semana. Una casa donde el mundo de los adultos era un mundo lejano que todavía no me traía las preocupaciones que más tarde me traería. Una casa donde fuí chiquita y jugué juegos de infancia despreocupada y aventurera.
Evoqué esa casa, casi un castillo, la que en mi mirada de niñita, era un castillo. Misteriosa, vacía casi de muebles, poco habitada. Creo que estábamos mucho afuera, en los jardines. Recuerdo la zona del molino, el bosquecito tupido de atrás de la casa, en el que nos perdíamos, jugando a las aventuras, la pileta gigante, señorial, y esos espacios verdes eternos, enormes. Dimensiones que serían insólitas para esa zona, en esta época.
La casa, su piso de madera, su penumbra, su gran tamaño, ese laberinto en el que nos perdíamos mientras nuestros padres conversaban afuera. No recuerdo que las reuniones de los adultos se trasladaran adentro, nunca. Solo entrábamos cada tanto los chicos, a corretear por sus ambientes, a explorar esos mundos silenciosos, llenos de historias imaginarias.
No podría ubicar hoy geográficamente esa casa. El gran terreno debe haberse convertido en un barrio, hoy deben ser muchas casas. Queda solo el recuerdo, en mi corazón y en mi capacidad de evocarlo.
lunes, 21 de octubre de 2013
La canción que cada uno tiene adentro
Gracias a Mariana Kruk, www.deoficioarder.blogspot.com, descubrí esta charla.
Que como ella anticipó, me hizo moquear.
Habla de que las historias tienen ( como los humanos) una misma columna vertebral, pero después un montón de cosas que las van diferenciando hasta volverlas únicas. Y se pregunta, como seguramente tantas veces tantos de nosotros nos hemos preguntado: ¿Por qué voy a hacer algo si antes ya alguien lo hizo y mejor? ¿Tengo yo algo para dar?
Nos invita a perderle el miedo al ridículo, a mostrar luces y sombras, a darlo todo. A abrir bien los ojos, y darnos cuenta, de que eso que amamos, desde el principio estuvo ahi, mostrándose, suplicándonos casi que salgamos a su encuentro.
Son 15 minutos. Preparate un te. Frená un ratito. Ponete cómodo. Disfrutá esta charla.
No te vas a arrepentir.
viernes, 18 de octubre de 2013
Haciéndome presente
No siempre comprenderás lo que te está pasando internamente. Aunque escribas, aunque hables con personas sabias y confiables. Aunque te pases décadas de tu vida explorando tu mundo interior.
Algunas veces estarás totalmente confundido.
Tu tarea no es ser una persona iluminada, pacífica, perfecta, siempre conciente de si misma, alguien que siempre hace sentir a los otros cómodos y felices.
Tu tarea es decir presente a tu vida, minuto a minuto, con la mayor integridad posible.
Hazte presente mi querida, en los momentos díficiles, en los fáciles y en aquellos en los que lo único que puedes hacer es llorar.
¨Aquí estoy¨, dirás, ¨haciéndome presente a mi vida¨.
La belleza está en ese proceso. La curación está en ese proceso. Despertar y florecer es el proceso.
K. Noelle, Trust Tending
Aquí estoy.
Flor
miércoles, 16 de octubre de 2013
Una menos
¨Durante todos los meses en
los que Dorothy había estado ausente, había tantas cosas que yo había
acumulado para contarle, tantas novedades sobre el barrio, la casa, los
amigos, el trabajo, la familia, pero ahora me parecían todas superfluas,
insignificantes.
Si te distancias lo suficiente de un acontecimiento, de algún modo se acaba equilibrando..., acaba encajando en el panorama general...¨
Anne Tyler
Nos encontramos con marido esta mañana, tempranito, en la cocina.
Todos los chicos de vuelta en casa. Nosotros todavía adormilados.
El me mira y con cierto alivio me dice: Una menos.
A algunas cosas todavía me cuesta darles la bienvenida. Quisiera que fueran distintas.
En un primer movimiento, trato de cambiarlas, aunque cada vez tardo menos en darme cuenta cuando lo que está frente a mi es un batallón de molinos de viento, y depongo las armas. Ya no hago tanta fuerza como hubiera hecho en otros tiempos. Hay cosas que no se pueden cambiar con que solo unos pocos estemos de acuerdo. Hay ciertas aguas, como mares bravos, que no se pueden frenar con pocas manos.
Olas que todavía me cuesta barrenar, ni que decir, disfrutar, o encontrarles algún encanto. Olas que de poder, no elegiría. Olas que se que con el tiempo y la distancia, serán un detalle más, insignificante, del panorama general.
Olas que paso respirando hondo, tratando de mantenerme a flote, atravesándolas y surfeándolas de la mejor manera que puedo, la que hoy me sale, deseando que pasen de una vez, deseando despertarme y estar ya del otro lado, en la orilla, con algo de tiempo por delante para prepararme para las próximas. Porque las habrá, y no debería sorprenderme.
Tic. Una más.
Tic. Una menos.
Si te distancias lo suficiente de un acontecimiento, de algún modo se acaba equilibrando..., acaba encajando en el panorama general...¨
Anne Tyler
Nos encontramos con marido esta mañana, tempranito, en la cocina.
Todos los chicos de vuelta en casa. Nosotros todavía adormilados.
El me mira y con cierto alivio me dice: Una menos.
A algunas cosas todavía me cuesta darles la bienvenida. Quisiera que fueran distintas.
En un primer movimiento, trato de cambiarlas, aunque cada vez tardo menos en darme cuenta cuando lo que está frente a mi es un batallón de molinos de viento, y depongo las armas. Ya no hago tanta fuerza como hubiera hecho en otros tiempos. Hay cosas que no se pueden cambiar con que solo unos pocos estemos de acuerdo. Hay ciertas aguas, como mares bravos, que no se pueden frenar con pocas manos.
Olas que todavía me cuesta barrenar, ni que decir, disfrutar, o encontrarles algún encanto. Olas que de poder, no elegiría. Olas que se que con el tiempo y la distancia, serán un detalle más, insignificante, del panorama general.
Olas que paso respirando hondo, tratando de mantenerme a flote, atravesándolas y surfeándolas de la mejor manera que puedo, la que hoy me sale, deseando que pasen de una vez, deseando despertarme y estar ya del otro lado, en la orilla, con algo de tiempo por delante para prepararme para las próximas. Porque las habrá, y no debería sorprenderme.
Tic. Una más.
Tic. Una menos.
lunes, 14 de octubre de 2013
Preguntas
Hace poco vi dos películas. Las vi en días distintos y no las elegí por estar relacionadas. Simplemente fué azar, o sincronicidad quizás, lo que las reunió en mis días. Las películas son Palabras Robadas y Pacto de Silencio. De alguna manera, las dos me dejaron pensando en esto de cómo es vivir con las desiciones que tomamos.
¿Cuánto se puede reparar cuando nuestras decisiones dañaron a otros, cuánto conviene reparar, y cuál sería la mejor manera, cuánto en el intento de reparar se puede lastimar más todavía y entonces ¿ qué será lo mejor? .
¿ Se puede vivir con una mentira a cuestas? ¿Cómo se vive? ¿Vale la pena?
Si mi mentira está ¨limitando o dañando a otro¨, ¿puedo seguir eligiendo callar? Si hablar entraña el riesgo de hundir a otros, ¿será mejor callar y aprender a vivir con eso?
Elegir la lucha personal y la propia dignidad, antes que el amor, al final del día ¿es una sabia desición?
Preguntas, preguntas. Algunas respuestas.
Me gusta cuando las películas me dejan preguntas, cuando me recuerdan que no hay dos situaciones iguales, que cada vida es un mundo , que hay tantas maneras de dar respuesta como personas.
Y que yo soy responsable de las mías.
viernes, 11 de octubre de 2013
Para mi
¨No estás cargando vos con el peso de todo. Sos una pequeña y significativa pieza en una historia mucho más grande. Podés confiar en eso¨. K. Noelle
Esto llegó hoy a mi casilla de mails. Faltó que dijera: Querida Flor.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Escritura con consigna. Hoy: Jardín
Mírenme, soy feliz
entre las hojas que cantan
cuando atraviesa el jardín
el viento en monopatín.
Yo no soy un bailarín
porque me gusta quedarme
quieto en la tierra y sentir
que mis pies tienen raíz.
Por aquí anda Dios
con regadera de lluvia
o disfrazada de sol
asomando a su balcón.
Ma. E.Walsh
Volví de viaje y mi jardín está verde. Y hay también rojos, amarillos, naranjas y violetas. Esos colores que durante el gris invierno, por momentos creí que nunca volverían, están allí. No de la misma manera que la primavera pasada. Mi jardín fué mutando. Pareciera que el cambio fué de un día para el otro, pero se que este verdor nuevo se fué gestando en silencio durante meses, durante años.
Mi jardín está vivo, igual que la perra, que año a año va dejando sus huellas en los distintos rincones, dándole a los paisajes una fisonomía ¨renovada¨( por decirlo de una alguna manera).
Esta tierra ya tiene sus años. Sus ciclos vividos. Sus muertes y sus renacimientos. Nunca es la misma. Como yo, que no soy la misma. Cambios imperceptibles, otros más evidentes, y un volver a brotar. Otra vez florecer. El, porque es jardín y es lo que hacen los jardines. Yo, porque soy Flor, y soy parte de este mundo verde, violeta, amarillo, naranja, el mio, el que veo desde mi ventana, el que piso con mis pies descalzos, el que crece y se transforma conmigo, a medida que pasan los años.
lunes, 7 de octubre de 2013
Irnos para poder volver
Cuanto más quieta estoy más escucho
cuanto más permanezco en la quietud, más veo,
cuanto más mi corazón se abre, más se llena.
Haciendo nada, estoy posiblemente haciendo
lo único que realmente importa: Estar aquí, ahora.
A veces, es necesario movernos, viajar una cierta distancia en el exterior, para poder recorrer una buena distancia en el interior. Y en ese movimiento exterior, dejar que cada momento de soledad, cada momento en la naturaleza, cada momento de encuentro con otras personas, cada experiencia o actividad, nos mueva de maneras inesperadas y misteriosas. J. Lee
Pasé tres días en la naturaleza, acompañando a un grupo de mujeres dispuestas a detenerse y prestar atención. Escuchamos los pájaros, caminamos los senderos, pasamos despacio, mirando para ver mejor.
Escribimos, compartimos historias, silencios, quietud, movimiento, creatividad y arte.
Recibimos la lluvia y el sol, la risa y el llanto.
Nos escuchamos con inmenso respeto, cariño y cuidado.
Nos regalamos presencia, nos regalamos atención. La forma más concreta y evidente del amor.
Se pudo.
Se puede.
Vuelvo con el corazón lleno y agradecido.
Y con lugar para mucho más!
cuanto más permanezco en la quietud, más veo,
cuanto más mi corazón se abre, más se llena.
Haciendo nada, estoy posiblemente haciendo
lo único que realmente importa: Estar aquí, ahora.
A veces, es necesario movernos, viajar una cierta distancia en el exterior, para poder recorrer una buena distancia en el interior. Y en ese movimiento exterior, dejar que cada momento de soledad, cada momento en la naturaleza, cada momento de encuentro con otras personas, cada experiencia o actividad, nos mueva de maneras inesperadas y misteriosas. J. Lee
Pasé tres días en la naturaleza, acompañando a un grupo de mujeres dispuestas a detenerse y prestar atención. Escuchamos los pájaros, caminamos los senderos, pasamos despacio, mirando para ver mejor.
Escribimos, compartimos historias, silencios, quietud, movimiento, creatividad y arte.
Recibimos la lluvia y el sol, la risa y el llanto.
Nos escuchamos con inmenso respeto, cariño y cuidado.
Nos regalamos presencia, nos regalamos atención. La forma más concreta y evidente del amor.
Se pudo.
Se puede.
Vuelvo con el corazón lleno y agradecido.
Y con lugar para mucho más!
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