domingo, 10 de noviembre de 2013

Lo viejo, nuevo.


Esperaba que la escritura me permitiera escuchar lo que se me había escapado, esos ultrasonidos indescifrables...Hay que llegar hasta el final, no dejar nada en la sombra...
Delphine De Vigan



Hace bien volver a pasar por ciertos lugares. Sobre todo si ese paso no es a la manera de un disco rayado, repitiendo narrativas que ¨ya sabemos¨. Si en el paso, con atenta curiosidad, nos abrimos a lo nuevo que eso ¨viejo¨ puede traernos. Si en el paso, aunque todavía no sepamos qué nos trae, podemos estar con eso hasta que decida mostrarnos .
Así, en cada nueva pasada, alguna luz inesperada puede derramarse sobre un tramo todavía oscuro y nuestra alma ampliarse, como si hubiéramos habilitado un rincón abandonado, olvidado, o desconocido de nuestra propia casa. Y en el proceso, como en todas las ampliaciones, hacerse lugar para algo nuevo, lugar para más. Lugar para lo distinto. Lugar para el cambio. Espacio para nuevos aires, casa que se ventila y se refresca-. Tierra que se acerca al cielo. Cielo que se acerca a nuestra tierra.

 ¨Algunas personas, cuando envejecen, se vuelven más amorosas y amables. Las aberturas de sus ojos se ensanchan. No creo que se debiliten. Creo que algo débil se fortalece. Hasta se convierten más y más en eso. Como si dejaran entrar el cielo¨ 
Kay Ryan




1 comentario:

  1. Flor, me encantó!!!! qué bueno!!! estoy reiterativa,jaja
    besoss,
    Ga

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