martes, 23 de septiembre de 2014

Seguir pariendo

¨This is the work we are all engaged in now, this continuous process of death and transfiguration as we learn to let go our old illusions of youth, independence and control, and to embrace our lives as they are¨. 
K. Kenison

Tus hijos no son tus hijos... claro, cómo no rumiar esa frase en estos días.
Mis hijos son hijos, lo que no son es míos.
Y a medida que van pasando los años, cada vez esto es más patente para mi.
Seres separados, únicos, distintos de mi, en personalidades, gustos, maneras.
Y me gusten algunas o no, toman sus propias decisiones.
Se paran donde y cómo mejor pueden en cada momento.
Y yo, los miro, y tantas veces los admiro.
Y otras veces me desconcierto, me invade una sorpresa, una extrañeza, o una tristeza.
Extrañeza de los caminos elegidos.
Tristeza de aquellos intentos que no llegaron a destino.
Pena de la despedida. Despedida de eso que imaginaste y no.
Despedida de ingenua, loca y equivocadamente haber querido y creído que se podía moldear esa arcilla como si fuera tuya.
Como si en su interior no latiera ese corazón que no te pertenece,  que no sos vos.
Despedida dolorosa, y necesaria.
Tremendamente necesaria.
Momentáneamente dolorosa.

¨Humility is, without doubt, the first lesson of life´s afternoon. For it seems that only when conviction has been stripped away, and the invincibility of youth lies shattered at our feet, are we ready at last to face the truth: Life hurts.
Shaken then, brought to our knees, we can choose to turn away, and try to avoid the pain of being alive. Or we can grieve our loss of innocence, weep for all that can never be, give thanks for things as they are, and then turn our faces into the wind and begin the long journey toward acceptance.
Gratitude and grief walk hand in hand¨
K. Kenison






2 comentarios:

  1. Florcita
    Que capacidad de poner en palabras la vida. Estoy en un proceso de aprender una vez mas y abrazar cuando y como pueda decisiones que no elegiría. pero no son mías, no es mi vida, solo es una hija, que tampoco es mía.
    Gracias por estar y acompañar a veces hasta sin saberlo.

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  2. Que bueno Lolita, alivia saberse caminando senderos parecidos. Beso enorme!!

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