jueves, 12 de noviembre de 2015

La brújula

Creo en los momentos sagrados y me los vengo produciendo...
Descubrí que hay algo de paraíso que se lo fabrica uno...
Me parece que pasamos demasiado tiempo preocupados por la producción, a veces llevados por la propia inercia que provoca la producción ( y no siempre por necesidad).
Yo trato de romper un poco con eso... trato de equilibrar...Me parece que la vida vale la inversión.
Mauricio Kartún



Hace poco más de una semana, después de estar varios días con dolor de garganta, tremenda tos, algo de fiebre, dolor muscular y abatimiento general, finalmente cancelé pacientes, y otras actividades,  llamé a un médico, arranqué con los antibióticos y la pastillita efervescente afloja placas y me quedé un par de días en la cama. Hicieron falta unos cuántos días para que empezara a sentir una leve mejoría. Y aca estoy, dos semanas después del primer día, sintiendo todavía los efectos del paso del ¨tornado¨de la gripe por mi cuerpo y por mi vida.
Fueron días ( muchos para mi gusto) de sentirme muy mal, y también días de escucharme. 
Ya aprendí que cuando el cuerpo dice basta, tengo que y quiero escucharlo.
No porque escuchándolo venga la mejoría mágica e instantánea,
Sino porque se que sólo escuchándolo sigue el aprendizaje y de a poco va llegando el alivio al poder tomar ciertas decisiones en función de esa escucha.
Esta vez ( ha habido otras, y porsu las seguirá habiendo imagino), pude registrar con mucha nitidez, cómo la cabeza, que es parte del cuerpo, a veces quiere ¨independizarse¨, y cree que puede seguir con sus planes ¨a pesar¨ de que el resto del cuerpo está gritando ¨basta¨.

Cuesta renunciar a ciertas cosas, elegidas, para las que hoy este cuerpito no tiene lugar ni resto.
Cuesta encontrarse con la limitación, con la particulariad de lo que ¨yo puedo¨, que no es lo mismo que pueden otros ( que desde mi lugar se ve como mucho, y se admira).
Cuesta no compararse.
Cuesta y lleva su tiempo. 
Y a la vez, cuando se acepta y se abraza la propia posibilidad, cuánto alivio...
Algo siente : ¨ah, si, vamos por acá que por acá es mejor. 
Mejor para mi en este momento¨. 

En estos días recordé una vez más que la brújula está en el cuerpo, 
y que la práctica es volver a él una y otra vez.
Dejar de tratarlo como un burro de carga.
Escucharlo, discernir, y ofrecerle, (ofrecernos) el cuidado que necesita y merece. 
Recalcular, ajustar rumbo, equilibrar. 
Ahora.
Fabricar el paraiso , cuidando lo que hay, lo que está en marcha,
lo que no va a durar para siempre y pide atención aquí y ahora. 
Resguardar los momentos sagrados, lo chiquito, lo inefable.

Y una vez más, volver a casa.

Simplify, simplify, simplify, Thoreau said.
Reduce the number of moving parts.
Still, complexity creeps in through the back door.
To live simply you need to plan.
Think through carefully what to cut out.
Do without some things that are nice but not necessary.
And pay attention to the little elements of beauty.
The bird´s nest, the wildflower, the stars at night.
Theodore Roethke ( en A pause for Beauty)

2 comentarios:

  1. Lindooooooo..... como siempre! gracias por esa reflexión que hace falta! (por lo menos a mí)
    Un beso grande: Maritchu

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    1. Un abrazo! Gracias por seguir pasando siempre por acá!!

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