miércoles, 22 de abril de 2015

La vida de los otros



"Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha, al mismo tiempo, fue el no aceptar las cosas como me eran dadas." Julio Cortazar 

Hace un rato terminé de ver de nuevo La Vida de los otros. Una de mis hijas tenía que verla para hacer un trabajo para la facultad y aproveché la oportunidad.
Peliculón de esos que cada vez, sin excepción, me deja sintiendo, pensando, lagrimeando emocionada, con el corazón semi estrujado.

Hoy me trajo especialmente a este momento de nuestro país, a este año electoral, a este tiempo de oportunidad que estamos viviendo.

Me dejó pensando en cuántas veces
miramos las realidades desde afuera, como si no nos tocaran...
(la vida de los otros)
Hasta que permitimos que nos toquen.
Nos dejamos interpelar, nos incomodamos un poco, nos dolemos quizás.
Nos deja de dar lo mismo,
nos damos plena cuenta de que esa vida que parece ser sólo de los otros,
es también la nuestra,
y que como les vaya a ellos, ( los otros)
tiene en parte que ver con lo que hagamos (o dejemos de hacer) nosotros.
Y entonces tenemos una postura que tomar.
Una elección que hacer:
quedarnos mirando de afuera, indiferentes.
o lanzarnos a ser parte, a hacer nuestro aporte posible
nuestro pequeño acto heroico,
eso que está en nuestras manos:
jugarnos por algo
que no sea solo cuidar nuestra propia quinta.
A pesar del miedo,
a pesar de la tibieza que quiere colarse,
no dejando que nos gane el mirar para otro lado,
(como si hubiera otro lado y no estuviéramos todos en el mismo lado),
o la repetición de historias y lugares viejos, conocidos, cómodos.

Nada distinto va a pasar si hacemos siempre lo mismo.
( ya lo decía el sabio Watzlawick) 

Hoy tenemos en nuestras manos,
como este buen hombre de la película,
la oportunidad de elegir ser parte,
la oportunidad de jugarnos.

Ojalá no la dejemos pasar.



2 comentarios:

  1. Querida Flor: Siempre me gusta mucho tu blog, me veo representada en muchos de tus escritos. El de Hoy me llegó al corazón porque es lo que siento. Estamos abatidos, rodeados de mucha agresividad. Elijo esforzarme y dar lo mejor, no puedo desmoralizarme, tengo hijos y nietas.

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    1. Fini, bienvenida, que lindo saber que ya estuviste otras veces por acá y que resonás con lo que escribo. Que bueno que sigamos eligiendo no bajar los brazos, quizás podamos dejarles a nuestros hijos y nietos una tierra más amorosa, menos agresiva, un lugar mejor para vivir. Gracias por comentar!

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