Una rueda de charla,
risas, miradas, historias y
emociones compartidas.
Voces temblorosas, escucha respetuosa.
Cada una aportando al banquete
lo que estaba en su corazón.
Entre asadito, ensaladas y copas de vino,
los temas se fueron enhebrando
cual cuentas de un collar, de formas,
colores y texturas de lo más variadas.
Pasaron la horas, llegó la madrugada
y a pesar de que no quería
perderme nada, el cansancio me fué invitando.
Suavemente, me fuí dejando llevar.
Y en esa cama, de sábanas limpias y
almohada mullida, cerca de la mesa,
sostenida y arrullada por el murmulllo
de las que todavía despiertas
seguían hilando historias,
sentí, que como una nena chiquita,
en brazos de mis amigas,
apaciblemente, me dormía.
La confianza y la entrega
habían llegado para quedarse.
Gracias!
BONITA, BONITA, BONITA! Geor una de las que te arrulló...
ResponderEliminargracias Flor! siempre poniendo en sabias y justas palabras los sentimientos y vivencias! Vicky, una de las que "seguía hilando..."
ResponderEliminarFlor, siempre las palabras justas, dejarse llevar......que linda sensación.......... Ga, una testigo de tu confianza y entrega.
ResponderEliminarAgradecida y feliz de haber sido parte de tu arrullo. Lindo saber que quien nos facilita este lugar donde nos dejarnos llevar, se pueda dejar llevar con nosotras. Te quiero mucho!
ResponderEliminarFlor, que linda, siempre es maravilloso leerte y con que dulzura pusiste en palabras ese momento .
ResponderEliminarNosotras somos las agradecidas de contar con vos , que nos introdujiste en esas rondas de intimidad compartida, de alegrías y tristezas pero siempre acunadas en el respeto y el cariño de las otras.
Ahi están arrullando otra vez! Sosteniendo y acunando cada una con su integridad y su enorme cariño, esta rueda de mujeres excepcionales que algun día fueron chiquitas y hoy, adultas, se vuelven a elegir, para confiar y compartir. Es un honor ser parte,saben cuánto las quiero y lo agradecida que estoy, pero nunca sobra volverlo a decir!
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