jueves, 31 de diciembre de 2015

Una caricia amable

La noche y la mujer
¿Dónde empieza la una y termina la otra?
...flor de la noche
hecha solo de resplandores
pero brotada
de un suave secreto
del cosmos
con su más pura vida
es forma de la sombra
que mira y abre
blancas sonrisas
Juan L. Ortiz

Una vez más, como ya hace algunos años, en la recta final del año que se va, me tomo mi tiempo para escuchar y resonar con la o las palabras que intuyo serán inspiración, guía, mantra, recordatorio, promesa para el año que vendrá.

El año que se va estuvo inspirado por ¨el amor, misterioso aliento¨, viento sutil y contundente que sopló y sopló en mis velas, acompañándome a andar, invitándome a corregir rumbo algunas veces, trayéndome espacio interior para aprender, acompañar, sostener, crear, agradecer y celebrar.

No creo que este año pueda dejar del todo esas palabras, seguirán en el collage, cerquita y a la vista en el altarcito de mi cuarto. Seguirá firme y claro el amor soplando su misterioso aliento,
y no me quiero olvidar que siempre está esa posibilidad.


Llega para hacerle compañía en el 2016: la CARICIA AMABLE


Y mi deseo de ser desde el amanecer hasta que caiga el sol, esa mujer posible, que con sus gestos, sus acciones y sus palabras, teja redes que no sean de violencia, sino de paz.

Querer ser caricia amable es querer acercarme con respeto, con tacto, con suavidad, ternura y delicadeza, con cuidado y cariño. Y anhelar que ese acercamiento haga que aquellos con los que me toque cruzarme durante el año, se sepan valorados, aceptados, queridos
 ( ¡caricia viene de caro =querido!)


Se que va a haber algunas figuritas difíciles, algunos desafíos que ya puedo vislumbrar.
Haré con eso lo mejor que pueda. Me tendré paciencia, volveré a empezar.

Voy entonces rumbo al 2016 queriendo dejarme envolver y deseando poder ofrecer el regalo amoroso, silencioso, respetuoso y delicado de una
CARICIA AMABLE
que teja redes de paz.



domingo, 27 de diciembre de 2015

Exodo juvenil, nido vacío

                           
Perhaps, what feels like an ending might also be a beginning
 K. Kenison

A veces cuando escribo siento que la vida es hermosa. 
Cuando escribo... me duelen hasta las pestañas.
Supongo que es en el papel donde conviven esas cosas.
Amapola Poesía


En algo así como doce horitas, se fueron todos. 
Quedamos como cuando seamos viejitos, si llegamos.

Teniendo total libertad, la casa para mi sola y la mañana por delante, después de desayunar, voy a sus cuartos ( así somos las madres)
En primer ronda de reconocimiento, los observo, veo los restos de sus partidas: ropa tirada, cajones semi abiertos ( el incomprensible dilema del cajón que se abre pero no se alcanza a cerrar), sábanas abolladas, papelitos en el piso, frascos vacíos de desodorante, todo lo que decidieron finalmente no llevar y ahí quedó, esperando el regreso para encontrar un lugar 
( otro lugar?).

Arremeto de a un cuarto por vez.
Empiezo cambiando las sábanas ( cuánto hace?),
hay sol y hay que aprovechar, me digo.
Acompaño entonces el resto de las tareas que emprendo, con pausas cada tanto para poner el lavarropas y tender al sol. Pausas para lo que se ha convertido en pequeña meditación doméstica. Quién diría que hoy me iba a parecer un lujo y una bendición lavar y tender infinita ropa
(Gracias Karen Maezen Miller).

Entre pausa y pausa; limpiar, ordenar, regarles sus plantitas, guardar, tirar
( tranquis, no les tiré nada importante!)
Encontrarlos en cada pequeño detalle de sus mundos de papelitos, fotos y ropas, (darme cuenta de lo poco que se limpia en esta casa!)
y en esta mañana de domingo en el lavadero, dar gracias, como nunca me imaginé que algún día haría, por cada montaña de ropa sucia que hoy se que no será para siempre.

A la hora de sentamos a almorzar los dos solos me encuentro diciendo: ¿Qué voy a hacer cuando no haya más ropa para lavar?
Que traducido es : ¿Cómo será la vida después de esta vida? 
¿Qué habrá del otro lado?
Cada uno de estos últimos veranos de éxodo juvenil es un botón de muestra de lo que vendrá.
Por eso doy vueltas por sus cuartos y entre sus cosas, preparándome.
Practicando estar con ellos a la vez que los voy dejando volar.
Practicando estar con esta sensación agridulce que me trae el paso del tiempo, lo desconocido por venir, las nuevas etapas por inaugurar.

Nuestra vida familiar está llena de momentos lindos, y también de los otros.
Hay batallas a veces inevitables, tantas innecesarias.
Hay heridos y lastimaduras que tardan en cicatrizar, hay segundas,
terceras, cuartas oportunidades
 y ojalá,
de maneras nuevas en los años que vendrán, haya mucho lindo por transitar.

martes, 22 de diciembre de 2015

Adviento

Y cada tanto, lo dificil
es ser ese amor
que se deja llevar un poco
( o bastante)
y anda sonriendo por ahi.
Lo difícil es 
abrazar,  y ser amable,
tener tiempo ( y que no importe
lo que digan),
tiempo para una amiga,
tiempo para pasear 
tiempo para escuchar,
tiempo para estar sola
nada, nada.
Y tanto.
Cada tanto, lo dificil es dejar
ese caos tormentoso
al que tanto nos aclimatamos
familiar, amigo, conocido,
(¿cómodo? )
Y ser otros.
Ser estos, amorosos
contentos, livianos,
con tiempo.


Hace ya varios años que no participo de los rituales de ninguna religión ¨organizada¨ pero el tiempo que en la religión católica se llama tiempo de adviento, coincide con mi necesidad ( que aprendí a oír) de no hundirme en el ruido de fin de año, y con mi intención de detenerme para abrirme a escuchar.
Coincide con ese tiempo entre tiempos en el que todo mi ser empieza a sentir el llamado de la tierra y el recogimiento. Por eso, hace varios años, entre noviembre y diciembre, antes de las fiestas, intento tomarme unos días para estar sola. Detenerme, retirarme, adentrarme, ahondar.
Haber descubierto que no soy indispensable ayuda en la retirada. Tanto como la certeza ( adquirida desandando algunos caminos y aprendizajes tempranos) de que si es algo que me hace bien, redituará tarde o temprano en bien de los que me quieren y quiero.

Adentrarse en el espíritu de adviento, para algunos, como para mi, puede ser la cuota anticipada y necesaria de quietud y silencio que nos salva del loquero de la Navidad y sus ruidosos alrededores.
A la vez que una manera de honrar la espera, el espacio entre medio, el mientras tanto; como algo sagrado en si mismo.
Como parte importante ( imprescindible) del camino.
Un espacio para la escucha quieta, atenta, en medio del torbellino navideño y findeañero.
Un tiempo en el que crecemos de una manera quizás imperceptible, pero privilegiada, como crecen las plantitas en la oscuridad y el silencio de la tierra antes de salir a la luz.

Por eso, una vez más, aproveché este tiempo de Adviento para retirarme a escuchar, a dejar estar lo que está, a dejar levar, a celebrar tanto recibido, y a vislumbrar inspiración para lo que vendrá.

¡Creo que estoy lista para encarar la Navidad!

Como dice mi amigo Jeff Foster
La luz está encendida
en cada momento, y en cada corazón
( será cuestión de enterarse!)

¡Feliz Navidad!

Flor


jueves, 17 de diciembre de 2015

Indecible

...se sale del estado de gracia con el rostro límpido, los ojos abiertos y pensativos, y aunque no se haya sonreído, es como si el cuerpo todo viniera de una sonrisa suave... Y se sale mejor criatura de lo que se entró. Se probó algo que parece redimir la condición humana, aunque al mismo tiempo se estrechen los límites de esta condición Y precisamente porque después de la gracia, la condición humana se revela en su pobreza implorante, se aprende a amar más, a perdonar más, a esperar más.
El estado de gracia del que hablo no se usa para nada. Es como si viniera para que se sepa que realmente se existe. En ese estado, hay una lucidez que solo puedo llamar leve.
Es la lucidez de quien no adivina más: sin esfuerzo, sabe.
Solo eso: sabe.
No pregunten qué, porque solo puedo responder del mismo modo: sin esfuerzo, se sabe.
Y el cuerpo se transforma en un don. Se experimenta la dádiva indudable de existir.
Es el estado de gracia de una persona común que súbitamente se vuelve totalmente real, humana, reconocible.
Los hallazgos en ese estado son indecibles, por eso en ese estado me mantengo sentada, quieta, silenciosa, y es como si el ángel de la vida viniera a anunciarme el mundo.
Después, lentamente, se sale, con un suspiro de quien tuvo el mundo tal cual éste es...
Clarice Lispector

















Sometimes you hear a voice through the door calling you.
As a fish out of waters hears the waves...come back, come back.
This turning toward what you deeply love saves you

Rumi

lunes, 14 de diciembre de 2015

Pausa

El jardín llovido, eleva hacia las tímidas sonrisas azules,
la mirada de sus rosas.
Ruptura cristalina del alado llamamiento a la luz.
Pesado de delicia, el jardín con sus árboles se pierde en sus esencias,
pero viene la brisa,
y es una infancia de hojas y de flores danzando.
El canto de los pájaros a la danza se ciñe...

Momento ( Juan L Ortiz)


El espacio entre medio.
Ese espacio tantas veces imperceptible, en el que se encuentran lo que termina y lo que está por comenzar. Ese intervalo, a veces minúsculo, otras más grande, entre lo de antes y lo que vendrá.
Me vine a ese espacio.
Se va yendo un año más, uno nuevo irá llegando de a poco.
Y acá estoy. En una pausa un poquito más pronunciada, un poquito más larga que la que hay entre inspiración y exhalación. Una pausa sentida al llegar el final del año, como necesaria, y entonces pensada, organizada con tiempo, y encarada muy a conciencia.
Un regalo que me hago y me hace mi parentela cercana al alegrarse de que pueda disfrutarla y alentarme a venir a buscarla cada año.

Llegué después de estar algunas horas en el auto, disfrutando la música y el viaje, adentrándome de a poco en ese ¨entre medio¨ que vine a escuchar. La lluvia mi compañera esta vez.

Me recibió un camino de pajonales amarillos y ondulantes, un suelo arenoso, un cielo de tormenta.
Llegué a una casita que estaba abierta, limpia, linda, lista para recibirme.
Llegué hambrienta, me hice algo de comer, y disfruté cada bocado mirando el mar.
El mar, revuelto y desordenado, me invitó después a caminar sus playas, bajo los grises nubarrones.
Nadie a la vista. Hacía frío, solo algunas gaviotas, la arena, el mar, la inmensidad infinita.
Y el viento que siempre en estas pausas sopla para darme la bienvenida.
Me dejo acariciar.



Me recibe en la arena una piedra ¨sonriente¨. 
La eternizo en una foto, y yo también sonrío, agradezco el gesto de bienvenida. 
Pienso que ¨poner cara de piedra¨, de ahora en más, significará para mi,
algo más que dureza o disimulo.
Será la posibilidad de la sonrisa, la alegría sencilla, profunda e indisimulable. 
Como la que siento.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Retiro necesario

And you discover where music begins
before it makes any sound,
far in the mountains where canyons go
still as the always-falling, ever-new flakes of snow.

William Stafford



Porque fué un año intenso, de mucho desafío y crecimiento.
es hora de retirarme por un rato.

Me voy a ese lugar de quieto silencio dónde empieza la música.
Confío a mi vuelta tener alguna linda historia para contar.


domingo, 6 de diciembre de 2015

Escucharnos para cuidarnos bien

¨Antes de aprender a ser libre, yo todo lo aguantaba,
solo para no ser libre¨
Clarice Lispector


En algún momento de este año, con suavidad y casi como quien no quiere la cosa,
alguien me recordó una pequeña/gran lección. 

¨En las familias en las que la gente se quiere,
las cosas se hablan¨, me dijo.

Simple, obvio, no por eso fácil de poner en práctica, ¿no?

Ante algunas situaciones, por razones varias, nos acostumbramos a transitar por una huella, que está marcada, es profunda, y tira. Para otro lado, no para el de:  ¨las cosas se pueden hablar¨.
A veces tira para el lado de la retirada silenciosa y ¨ofendida¨, otras para el de ¨mejor me callo para mantener la ilusoria armonía¨; otras, para el lado de la discusión acalorada, hiriente, sin salida, y así...

Cuando la cosa se pone peliaguda, suele saltar nuestro automático y allá vamos: camino conocido, mecanismo a mano que creemos que nos protege, y solo nos defiende.

Y resulta que no siempre es lo mismo. Y no nos lleva al mismo lugar. Parece que en el tema del comportamiento, no todos los caminos conducen a Roma.

Hablo del defendernos como reacción, muchas veces apurada y poco mediada por la pausa y el darnos cuenta, que tiene por objetivo ¨sacarnos¨ de encima rápidamente un malestar, cual si no tuviéramos hoy acceso a recursos nuevos y variados para enfrentar los conflictos, las incomodidades, los desacuerdos.
Mecanismos que nos dejan repitiendo lugares viejos, hoy tal vez innecesarios, que no nos traen eso que profundamente anhelamos.

Defendernos de esa forma nos empobrece y empobrece nuestros vínculos.
Hay otras formas de protegernos, es decir, de ¨cuidarnos¨ bien.

A veces protegernos y proteger un vínculo valorado, será callarnos, dejar pasar, elegir nuestras batallas, poner la mirada en todo lo que está bien.
Otras será poner un límite, y decir, por ejemplo:
No, yo esta vez a eso no me prendo, no quiero ser parte; 
Gracias, paso; No, así no me resulta; 

Cuidarnos bien es en mi opinión, elegir. 
No desde el miedo, ni desde ese lugar herido que salta a esconderse o a batallar. 
Cuidarnos bien es, habiendo escuchado todo lo que hay en nosotros para escuchar, accionar hacia lo que en cada momento creemos sinceramente que mejor nos hará.

Lleva un rato cada vez, y el intento ( y muchas veces la incomodidad), de quedarse con el malestar hasta que emerja la claridad
de qué, hacia dónde y cómo.
Pero es posible, y vale la pena.

En eso estoy en este fin de año. 
Practicando....








martes, 24 de noviembre de 2015

Elijo saber

Acerca de la maternidad...
El proceso ha revelado ser un paso adelante, dos hacia atrás, uno adelante, diez hacia atrás, uno adelante, diez millones hacia atrás, hacia atrás, hacia atrás...
...Preocuparse es la ocupación de las madres, y no es de las ocupaciones que pagan...No dan fruto ni llenan... Es una ocupación que nos consume día y noche hasta que somos como zombies que logramos que todo ser viviente a nuestro alrededor quiera buscar refugio en la orilla opuesta...

Karen Maezen Miller


Cuánto que no se.
Cuánto que aprendí. Cuánto todavía por aprender.
Recorro caminos de aprendizaje, en la maternidad y en el trabajo, en los que doy algunos pasos hacia adelante, otros de vuelta para atrás, para atrás...
Una y otra vez, vuelvo a empezar.
Escucho, reviso, doy de nuevo, recalculo, reacomodo, pido disculpas, cambio.

Mis hijos a veces me dicen que soy mejor psicóloga que mamá.
 Por suerte se animan a decirme aquello en lo que estoy chingando mal.
Algunos pacientes se enojan porque hago intervenciones desatinadas, me equivoco.
Por suerte algunos se animan a decírmelo.

Enterarme de que no todo lo que hago, al otro le llega como un bien, duele, claro.
La intención siempre es buena, pero a veces sale como pájaros atolondrados y va a dar a las vidas de los otros como contra un vidrio, con torpeza, lastimando.

Enterarme duele, pero me permite rescatar lo que se pueda,
y además, no enterarme duele más.

Entonces elijo saber,
y practico quedarme con el dolor de no haber hecho todo el bien que hubiera querido.

Y si en vez de devolver como un boomerang, me hago cargo de la parte que me toca, aprendo.  
Si puedo escuchar lo que necesitan y me están pidiendo los destinatarios de mis cuidados, aprendo.
Y voy siendo cada día un poquito ( a veces tan poquito que me parece que ni se nota) mejor mamá y mejor psicóloga.
Y en muchos casos podemos seguir juntos.
Acertando, equivocándonos, aprendiendo siempre.




martes, 17 de noviembre de 2015

Me creo poeta

Cada tanto, un ejercicio para soltar la mano y escuchar
lo que traen las palabras.
Un ratito de creerme poeta, por qué no?


Pensamos que tenemos tiempo,
vamos dejando que ocurra.
No alcanza.
No podemos tomarnos ligeramente
la tarea de ser felices.
Obedecer sería desdeñarla,
ponerse de rodillas ante lo que la ensombrece.
Aprovecharla es de cuerdos,
no dejar que se pase,
como si estuviéramos sentados,
siempre al borde de todo...
Quisiera empacar la importancia
y la debilidad,
salir al camino, y escribirlo,
ser protagonista de la historia.
Que en plena noche,
lo que parece denso y oscuro,
comience de a poco a despejarse,
y más temprano que tarde,
poder decir,
sencillamente y con libertad:
Soy

jueves, 12 de noviembre de 2015

La brújula

Creo en los momentos sagrados y me los vengo produciendo...
Descubrí que hay algo de paraíso que se lo fabrica uno...
Me parece que pasamos demasiado tiempo preocupados por la producción, a veces llevados por la propia inercia que provoca la producción ( y no siempre por necesidad).
Yo trato de romper un poco con eso... trato de equilibrar...Me parece que la vida vale la inversión.
Mauricio Kartún



Hace poco más de una semana, después de estar varios días con dolor de garganta, tremenda tos, algo de fiebre, dolor muscular y abatimiento general, finalmente cancelé pacientes, y otras actividades,  llamé a un médico, arranqué con los antibióticos y la pastillita efervescente afloja placas y me quedé un par de días en la cama. Hicieron falta unos cuántos días para que empezara a sentir una leve mejoría. Y aca estoy, dos semanas después del primer día, sintiendo todavía los efectos del paso del ¨tornado¨de la gripe por mi cuerpo y por mi vida.
Fueron días ( muchos para mi gusto) de sentirme muy mal, y también días de escucharme. 
Ya aprendí que cuando el cuerpo dice basta, tengo que y quiero escucharlo.
No porque escuchándolo venga la mejoría mágica e instantánea,
Sino porque se que sólo escuchándolo sigue el aprendizaje y de a poco va llegando el alivio al poder tomar ciertas decisiones en función de esa escucha.
Esta vez ( ha habido otras, y porsu las seguirá habiendo imagino), pude registrar con mucha nitidez, cómo la cabeza, que es parte del cuerpo, a veces quiere ¨independizarse¨, y cree que puede seguir con sus planes ¨a pesar¨ de que el resto del cuerpo está gritando ¨basta¨.

Cuesta renunciar a ciertas cosas, elegidas, para las que hoy este cuerpito no tiene lugar ni resto.
Cuesta encontrarse con la limitación, con la particulariad de lo que ¨yo puedo¨, que no es lo mismo que pueden otros ( que desde mi lugar se ve como mucho, y se admira).
Cuesta no compararse.
Cuesta y lleva su tiempo. 
Y a la vez, cuando se acepta y se abraza la propia posibilidad, cuánto alivio...
Algo siente : ¨ah, si, vamos por acá que por acá es mejor. 
Mejor para mi en este momento¨. 

En estos días recordé una vez más que la brújula está en el cuerpo, 
y que la práctica es volver a él una y otra vez.
Dejar de tratarlo como un burro de carga.
Escucharlo, discernir, y ofrecerle, (ofrecernos) el cuidado que necesita y merece. 
Recalcular, ajustar rumbo, equilibrar. 
Ahora.
Fabricar el paraiso , cuidando lo que hay, lo que está en marcha,
lo que no va a durar para siempre y pide atención aquí y ahora. 
Resguardar los momentos sagrados, lo chiquito, lo inefable.

Y una vez más, volver a casa.

Simplify, simplify, simplify, Thoreau said.
Reduce the number of moving parts.
Still, complexity creeps in through the back door.
To live simply you need to plan.
Think through carefully what to cut out.
Do without some things that are nice but not necessary.
And pay attention to the little elements of beauty.
The bird´s nest, the wildflower, the stars at night.
Theodore Roethke ( en A pause for Beauty)

martes, 3 de noviembre de 2015

Artistas, otra mirada.

¨Uno de nuestros grandes problemas es la desvalorización de lo "fácil". Como si lo espontáneo y dado careciera de sentido. Es al reves!¨
Alejandro Rozitchner



Hoy quiero escribir acerca de los artistas.


En estos días, encontré una cualidad de los artistas que se ajusta bien a mi experiencia, y que quiero compartir, ya que me parece es bastante ¨inclusiva¨ y nos permite a todos, de alguna u otra manera, sentirnos parte del gremio de los creadores.



El artista, cuando lo es, espera.
Es apertura atenta, paciente.
La atención es su oficio,
la precipitación, su impericia.
Artista es el que mira lo que no es
hasta que sea,
hasta que acontezca.
Deja que lo que no es, mane...,
aparezca
y lo acoge.

Eso que se muestra y que el artista recibe es don de la hondura.
Pequeño milagro que sucede a cada paso,
en la soledad de un momento creativo, en pequeños grupos donde fluye la vida, en escenarios y auditorios multitudinarios, en estudios, bibliotecas, cocinas, talleres, jardines.
Tanto en momentos de caos y crisis, como en momentos de tranquilidad.

Siempre se dijo que gracias a las crisis permanentes en las que vivimos los argentinos, la creatividad y la vida artística florecen como en casi ningún otro lugar del mundo.
Pareciera, desde ese punto de vista, que el caos, el desorden, la pobreza,
fueran la condición para el arte y la creación...
En mi opinión es engañosa esa mirada que propone el caos, la crisis, la pobreza, como requisito casi único para la creación. Nos hace temer que las cosas funcionen mejor. Nos hace pensar que si las cosas se ordenan un poco y empiezan a ser un poco más llevaderas y pujantes, vamos a perder nuestra capacidad de crear. Nos hace tender a preferir las tormentas a la quietud de ciertas calmas. Nos hace sobrevalorar el eterno kilombo.

Y como bien se sabe, los opuestos son complementarios y se necesitan mutuamente.
Y en esto no hay excepción a la regla.
El caos y el orden se necesitan, y la creación los necesita a los dos, y si es en una justa medida, tanto mejor.

Un psicoanalista capo con el que estudié muchos años, decía que los buenos artistas lo son, no gracias al caos, el desorden, y la patología, sino a pesar y pese a ella. 

Según su manera de ver esta cuestión,  el ser artista no se define por la crisis, el caos, el desorden, la patología.
Aunque muchas veces se los encuentra asociados, no es el clima de tormenta permanente lo que hace posible la creación, sino una cualidad personal ¨sana e íntegra¨ que en mayor o menor medida, todos conservamos y podemos poner en juego y hacer crecer.
Que nos permite sobreponernos, ( a veces con bastante esfuerzo), a realidades que se presentan por demás e innecesariamente caóticas. Y crear.

Algo de caos es inevitable y parte de la vida. Y así lo será siempre.
Seguro estará bueno afrontarlo creando, es de las maneras más saludables.

Pero ya que se avizoran ( o yo avizoro) en el mediano plazo, tiempos más pujantes y ordenados para nuestra querida tierra, me da ganas de decirles a los artistas que por ahí andan, acarreando la mirada valoradora del caos, que no se asusten. Sin tanta crisis, igual podremos seguir creando.

Ya que no es el desorden lo que nos da identidad sino la capacidad de escucha curiosa, y espera atenta, para estar con lo que no sabemos, hasta que aquello que es nuevo, y antes no estaba, vea la luz.



sábado, 24 de octubre de 2015

30 años






















Era el Tiempo....de Maria Marta Guitart

era mi niña buena
con su voz de señora
la que andaba en el tiempo
acunando la forma 
y es mi mujer 
serena la que mece en mi ahora
a la abuela tranquila que se oculta
en mis horas…
ah…es el tiempo….
el que da y el que toma,
el que engendra a los hijos
y los pare en su ronda,
el tiempo prende al pecho
a la pequeña alondra
que del calostro bebe
sólo por unas horas 
y luego ya la leche
con tiempo se da toda
y un dia de camino
el reloj lo devora
y el niño en su sonrisa
muerde el pecho que toma.
…Es el tiempo, que pasa
como si hubiera sido 
la vida en su espesura
un sueño sin memoria,
y del vientre encendido
al sempiterno arrullo
hay migajas de aquellos 
dulces rotos segundos,
es el tiempo el que bebe
el que otorga, el que goza,
y en el trazo cancino
de la vida que brota
hay un solo destino 
para todas las cosas...

Menos para lo que año a año se sigue regando, alimentando, haciendo amorosamente crecer.
Menos, como dice el principito, para esa rosa que por ser nuestra elegimos especialmente cuidar.
Menos para esas amigas que son de la infancia y también son las de hoy, por elección.
Para eso el destino es otro.
Para eso el destino es ser tierra fértil, que da flores y frutos de amistad y compañía.  Latir con pulso nuevo y vivo. Un pulso que en medio de la multitud, suena fuerte y claro.
Para eso el destino es ser lo que perdura, no solo por ser anécdota o recuerdo de un tiempo que ya pasó, sino por ser presente de vínculo y amor.

Es el tiempo que pasa, y nosotros, que vamos eligiendo cada vez con más claridad, con quien y cómo queremos pasarlo.
Es el tiempo que pasa, pero hay algunas cosas que no pasarán.



martes, 20 de octubre de 2015

Maestra Furia

¿Can you allow yourself to feel what you feel
when things don’t go the way you want them to? 

Pema Chodrón


Algo en mi hoy está furioso.
Furioso como un vendaval
furioso como un volcán
un león, 
un rugiente mar.

Furia
que empezó a gestarse en la madrugada
intuición de duermevela,
 corazonada que instaló el insomnio
un rato antes de la hora de despertar

Furia
de visiones confirmadas al amanecer.

Furia.

la dejo estar, le hago lugar,
dejo que me muestre
su forma,
aquello que no quiere para mi.
con toda su intensidad.

Furia 
que me habla de los límites que olvidé aclarar,
de los lugares en los que sin darme cuenta,
ingenuamente me volví a empantanar,
furia por eso valioso que dejé pisotear.

Furia que me invita a comprometerme conmigo,
a prometerme aprender,
y a intentar, en el futuro que es hoy, 
para no repetir,
recordar.

¿Podés permitirte sentir lo que sentís
cuando las cosas no salen como hubieras querido?

Claro que si, claro que puedo.
Y en ese permitir, puedo seguir aprendiendo
de mi experiencia, maestra.

Que todo sea bienvenido.




viernes, 9 de octubre de 2015

Leer y escribir

Autodefinido

Pocas cosas me definen 
tanto como la lluvia,
San Telmo, el invierno,
el tabaco y la menta.
Mis papeles manchados
de naranja, las libélulas, 
los números impares,
cierta falta de ortografía

Mariana Kruk
k

Como tantas veces, la lectura me invita a escribir.
Acá va entonces mi autodefinido
Si alguien más se anima,
saben que siempre es bienvenida la escritura en los comentarios


Pocas cosas me definen tanto como...
la música,
la montaña,
los libros
un cuaderno,
las palabras,
el silencio,
la escucha,
mis pantuflas rotosas,
el cerdo con puré de manzanas,
las zapatillas sin cordones,
mi escritorio desordenado,
el pasto, el viento,
el café con leche, la canela,
la ronda,
el piso para sentarme,
los helados ¨marrones¨,
el auto,
el orden innecesario y prematuro
de la cocina
mientras otros están cocinando,
las palabras inventadas,
la ropa tendida,
las fotos que voy sacando,
el olor a jazmín,
el arte familiar
en cada rincón de la casa,
la emoción
que se escapa en lágrimas,
seguido y abundante...

La libertad de que nada
me defina definitivamente

Flor




jueves, 1 de octubre de 2015

Me olvidé de decirte...

¨...la creatividad, el insondable misterio del paso del no estar al aparecer,
un ya, pero aún no,
un aproximadamente, un ¨casi ¨...
(algo que no se somete al principio de identidad,
que no se encierra en una sola posibilidad)
El misterio al que una y otra vez, intento asomarme, el que intento deletrear...
Hugo Mujica



Lo que me olvidé de decirte es...

que cuando llegues,
apagues la luz que te dejé prendida.

Otra cosa que me olvidé de decirte
es que no tenés que ser el mismo siempre.
Es más, quizás tendría que haberte dicho
que no hay manera de que lo seas.

Me olvidé de decirte que te vas a ir transformando,
y todo se va a ir transformando,
momento a momento,
como esas flores que se abren en cámara lenta
casi imperceptiblemente...

Me olvidé de decirte 
que eso es porque hay una hendija salvadora, 
por la que se cuela esa luz de posibilidad infinita...
a la que solo podemos aproximarnos 

Me olvidé de decirte que esa es tu libertad 
ahora y en el horizonte,
y me olvidé de pedirte que nunca renuncies a ella,
ni te olvides que así son las cosas...(o no son tanto)...,
no están encerradas, fijas, no son para siempre de la misma manera.

Me olvidé de decirte que va a llevar tiempo,
el tiempo de la vida, todo el tiempo,
y que lo mejor es que aprendas a disfrutar el viaje,
la misteriosa creación que a cada paso va sucediendo.

Me olvidé de decirte que de todo esto
solo vas a tener algunos destellos, 
que cada tanto podrás poner en palabras,
que posiblemente nunca alcancen,
y así estará bien,
porque el misterio más hondo
es innombrable.

Me olvidé de decirte que si no te digo todo esto
más seguido, es porque para mi también son sólo destellos,
y porque seguramente sea mejor que vos lo descubras
por tu cuenta,
que hagas tu experiencia, que dejes que tu experiencia sea,
para que después puedas nombrarla.

Y por último, me olvidé de decirte,
que hay algo de comida en el horno,
por si volvés con hambre...


viernes, 25 de septiembre de 2015

Alimentar el manantial: TEDxRíodelaPlata

¨El trabajo creativo se nutre de una fuente interior y es necesario renovarla y permitir que se vuelva a llenar, de una manera conciente. 
Ve a cualquier lugar que despierte el interés de tu explorador interior y amplíe tu horizonte.
No importa tanto donde vayas, sino que vayas. 
Llévate a ti mismo a una aventura festiva, a alguna actividad que despierte tu curiosidad.
Piensa en el misterio, no en la maestría. 
Estos ¨descansos¨se relacionan con el despertar del asombro¨
Julia Cameron, El camino del artista en acción




Ayer tuve la suerte de participar del evento de TEDxRíodelaPlata en Tecnópolis. 
Hace ya años que miro y me inspiro con las charlas de Ted, las uso como disparadores para trabajar, para pensar, para aprender.
El año pasado no salí sorteada en las entradas para el evento y este año volví a intentar.
Hubo mejor suerte esta vez, y allá partí con mi picnic y mi cuaderno.
Sali de casa a las siete de la mañana y volví a las ocho de la noche. 
Cansada por haber estado un día largo fuera de casa. 
Contenta por haber haberme regalado un día distinto, especial, nutritivo.
Agradecida por tanto recibido.

Un dia en el que me sentí parte de una movida multitudinaria de personas curiosas, inquietas, dispuestas a escuchar, a preguntarse, a desmantelar ideas viejas para hacer lugar a nuevas, a conmoverse, a reirse a carcajadas, a bailar y cantar, a seguir aprendiendo.
Más de diez mil personas que nos movíamos ordenada y respetuosamente, dejando pasar con amabilidad, sin empujar, esperando el turno, haciéndonos lugar.
Un día en el que varios oradores, personas como vos y como yo, se animaron a pararse ante diez mil personas para contar sus ideas, sus descubrimientos, compartir sus transformaciones, sus caminos.
Un día en el que alguien dijo algo que vengo pensando y sintiendo hace rato: que las ¨identidades¨ pueden también ser cárceles, y que quizás no vinimos a este mundo para estar encerrados en ninguna.
Un día en el que varios dijeron que las ideas, dependen mucho de los contextos y las épocas en las que se originan, y como las cosas, también se ponen viejas, y es necesario animarse a deshecharlas, o mínimamente, a cuestionarlas.
Un día en el que se nos invitó a conocer la realidad desde otros puntos de vista.
(Eso lo acompañé tratando de sentarme cada vez en un lugar diferente del auditorio, para poder apreciar esa realidad que estaba sucediendo antes mis ojos, desde distintos vértices).

Un dia en el que supe que hay mucha gente haciendo algo concreto para transformar la educación en nuestro país.

Un día en el que se nos invitó a recordar que somos personas, no diagnósticos, ni las identidades en las que nos encorsetamos. 
Personas que podemos aprender, asombrarnos a cada paso ante esta vida misteriosa que se nos regala.
Personas que podemos pensar, crear, dar vida, acompañarla y amar,
hasta el final.
Un día en el que el amor de un equipo de gente entusiasmada, creativa, valiente, hizo posible, una vez más, un día inspirador para tantos.
Un día en el que me fuí a dormir tarareando el himno a la Alegría.
Ese que supimos cantar juntos, en un auditorio, más de diez mil personas.
Un día de alimento para el manantial de mi propia creatividad.
Un día esperanzador.