¨Bake yourself in the oven, until your whole being is cooked,
matured, transformed¨
J. Kornfield
Somos el instrumento, capaz de emitir la más fina, única y original música.
Para eso, el instrumento tiene que estar afinado.
Lo afinamos mediante prácticas, que muchos llaman, yo llamo, espirituales.
Quiero compartir cuáles son algunas prácticas que en los últimos años
me ayudaron a ir afinando éste instrumento que soy,
a crecer y transformarme, y que junto con nuevas prácticas que voy descubriendo y explorando siguen afinándolo y transformándolo:
_ser mamá, día tras día, con sus altos y bajos.
_una muy buena terapia.
_escribir, todos los días ( o casi todos)
_volver una y otra vez al silencio y la quietud.
_leer al sol.
_leer.
_estar en contacto con diversas formas del arte
( collage, canto, música, baile, cine, teatro, literatura),
y con personas generosas que me mostraron esos mundos.
_salir a la naturaleza, la que sea, la que se pueda,
la que haya cerca o lejos.
_caminar.
_Profundas y amorosas charlas con
un marido fuera de serie y amigas del alma.
_una muy buena supervisión.
_perseverar en ciertos rituales familiares,
como la comida de la noche
todos juntos, sin telefonos ni tele.
_hacer mi trabajo de escuchar y acompañar,
día tras día.
_y una firme y sostenida intención de
hacerme presente todas las semanas a la mayoría.
Las prácticas son eso, prácticas. Hábitos.
Reales y transformantes si se practican,
con cierto ritmo, frecuencia y constancia.
Sino, son abstracciones, intenciones.
Cuáles son las pequeñas/grandes prácticas
que a vos te ayudan a crecer, a mantenerte ¨afinado¨?