Escuché que la libertad es el valor rector de sus iniciativas, y no el miedo.
Me hablaron de honestidad, encontré a un tipo honesto.
Escuché que bregan por un estado que garantice libertad y progreso para todos y no un estado que sea constante traba para todo.
Un estado que circunstancialmente de pescado, pero que en el mediano plazo enseñe a pescar, resguardando nuestra dignidad de personas libres y capaces.
Escuché que unos cuantos dejaron trabajos bien pagos en el sector privado para dedicarse a trabajar por un país mejor para sus hijos, para nosotros y nuestros hijos; en el gobierno, y no tan bien pagos.
Escuché que hay mucho por mejorar todavía, pero que ese es el norte, y hay acciones concretas y personas buena gente, que no piensan transar.
Escuché también que no todos en ese gobierno comparten los mismos valores, y hay conflictos. Otras voces me dijeron que hay corruptela enquistada de años, en muchas áreas. Lo se.
Gobierno de humanos.
No esperaba escuchar el relato de un mundo perfecto.
No existe ese mundo.
Existe el que podamos ir haciendo entre todos ( y todas!).
Escucho que no hay opciones, y pienso que lo que no hay es una opción impecable y perfecta, como no soy yo impecable ni está impecable mi casa...(la tuya si?).
Pero escuché una propuesta que resonó en lo importante con lo que anhelo para mi país y para el futuro de mis hijos.
Y conocí gente que está trabajando para que eso suceda.
Me dieron ganas de confiar y de creer que es posible ir yendo.
Y de poner hoy un granito más.
Hoy, mi granito es escribir ésto,
compartir con ustedes las ganas locas de que los próximos años nuestra Argentina vaya hacia más libertad y progreso para todos y no hacia más miedo, pobreza y atraso. Y la sensación de que,
aunque imperfecta, hay una propuesta en el aire.
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