jueves, 6 de septiembre de 2012

Aires nuevos










Las cosas van llegando
sin forzarlas,
cuando es el tiempo.
Solo prestar bastante atención
y animarse un poco.
A veces, por miedo a quedarnos pegados,
a confundirnos, a perdernos,
a dejar de ser quienes somos,
no nos animamos lo suficiente.
Por miedo a quedar atrapados
en una identidad ¨ajena¨,
nos perdemos mundos.
Y de golpe ( o no tanto!), nos animamos
y quizás alguien nos dice:
viste, yo te dije, ahora si, sos igual a mi!
Zas, se cumplió aquello tan temido!
Y entonces dos caminos:
salir corriendo,
dejar aquello
a lo que nos estábamos animando,
o recordar que no somos idénticos a nadie
(ni almas gemelas ni nada de eso!),
que hacemos nuestro propio camino
y que nos vamos desplegando,
a nuestro propio paso y ritmo.
Nosotros mismos, únicos y originales.
Y desde ese recuerdo, seguir creciendo.



2 comentarios:

  1. Creo que entiendo a lo que vas, Flor!!
    Claro...poder aceptar aquello a lo que el camino nos condujo...con la humildad que nos da el saber que es nada más que un punto de llegada y al mismo tiempo un punto de partida. Dentro de un camino único e irrepetible que es el de cada uno!!
    Besos
    Ber

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bueno esto de tender palabras y que cada uno, desde su propia originalidad y momento, las vaya ¨descolgando¨y ubicando donde le resulte!
      Ando con ésto de la ¨ampliación de la identidad¨,el tiempo que lleva, los miedos que acompañan, el animarse!
      Beso Ber y gracias por seguir ahi y enriquecer mi soga con tus palabras!!

      Eliminar