Frente a un rancho que tengo..., pongo éstos versos colgados en un alambre. Es a ver si pasa algún caminante, y al verlos como ropa al viento... puede que salude agitando una mano como si hubiera encontrado algo suyo. ...y diga: Si, ahi está colgado lo mismo que yo quería decir. Palabras tendidas, Jorge Escudero
lunes, 3 de septiembre de 2012
Lo que hace el miedo
Vi una casa,
que era una cáscara, una fachada.
Su pintura, descascarada,
dejaba entrever el interior...
Pispeé y adentro no había nada
más que anacronismo, sequedad.
Cáscara sin pulpa jugosa.
Interior desvitalizado, poco atractivo.
Fachada, mampostería,
escenografía, para el como si.
Habitada por actores
que decían sus líneas
prolijamente, (aburridamente).
Crecimiento detenido.
Miedo.
Ante esa casa me quedé sin palabras.
Era una casa que sin saberlo
pedía a gritos reforma.
Una casa a la que
una simple lavada de cara
no le alcanzaría.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
quien no tiene un par de paredes sin pintar,y hasta una ventana rota dentro suyo?
ResponderEliminarPor supuesto, ver una casa es de alguna manera ver también la propia, y pienso que lo triste no es tanto lo roto o lo descascarado, sino la desvitalización, el crecimiento detenido, y por sobre todo, el no saberlo, que haría la diferencia...
EliminarFlor!!!! Hoy a la mañana me ponía el habitual "revoque matinal" y pensaba que estoy bastante descascarada!!!!
ResponderEliminarPero...por dentro trato de que corra aire y se renueve todo, todos los días.
Gracias!
Beso grandote
Ber
Doy fe Ber, no del descascarada,ya que para mi estás espléndorosa! sino de tus ventanas siempre abiertas y dejando entrar aire, crecimiento y renovación!
EliminarUn beso grande
Me hizo acordar al cuento genial de Poe, "El Hundimiento de la casa Usher"
ResponderEliminarGenial Flor, genial lo tuyo también. Cheli
No sé cómo sucedió; pero, a la primera ojeada sobre el edificio, una sensación de insufrible tristeza penetró en mi espíritu. Digo insufrible, pues aquel sentimiento no estaba mitigado por esa emoción semiagradable, por ser poético, con que acoge en general el ánimo hasta la severidad de las naturales imágenes de la desolación o del terror. Contemplaba yo la escena ante mí , los helados muros, las ventanas parecidas a ojos vacíos.. Era una sensación glacial, un abatimiento, una náusea en el corazón, una irremediable tristeza ¿Qué era aquello —me detuve a pensarlo—, qué era aquello que me desalentaba así al contemplar la Casa de Usher?
EliminarGracias Cheli!! me hiciste dar ganas de volver a ese cuento! Un genio Poe!