lunes, 3 de septiembre de 2012

Lo que hace el miedo


Vi una casa,
que era una cáscara, una fachada.
Su pintura, descascarada,
dejaba entrever el interior...
Pispeé y adentro no había nada
más que anacronismo, sequedad.
Cáscara sin pulpa jugosa.
Interior desvitalizado, poco atractivo.
Fachada, mampostería,
escenografía, para el como si.
Habitada por actores
que decían sus líneas
prolijamente, (aburridamente).
Crecimiento detenido.
Miedo.

Ante esa casa me quedé sin palabras.

Era una casa que sin saberlo
pedía a gritos reforma.
Una casa a la que
una simple lavada de cara
no le alcanzaría.



6 comentarios:

  1. quien no tiene un par de paredes sin pintar,y hasta una ventana rota dentro suyo?

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    1. Por supuesto, ver una casa es de alguna manera ver también la propia, y pienso que lo triste no es tanto lo roto o lo descascarado, sino la desvitalización, el crecimiento detenido, y por sobre todo, el no saberlo, que haría la diferencia...

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  2. Flor!!!! Hoy a la mañana me ponía el habitual "revoque matinal" y pensaba que estoy bastante descascarada!!!!
    Pero...por dentro trato de que corra aire y se renueve todo, todos los días.
    Gracias!
    Beso grandote
    Ber

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    1. Doy fe Ber, no del descascarada,ya que para mi estás espléndorosa! sino de tus ventanas siempre abiertas y dejando entrar aire, crecimiento y renovación!
      Un beso grande

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  3. Me hizo acordar al cuento genial de Poe, "El Hundimiento de la casa Usher"
    Genial Flor, genial lo tuyo también. Cheli

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    1. No sé cómo sucedió; pero, a la primera ojeada sobre el edificio, una sensación de insufrible tristeza penetró en mi espíritu. Digo insufrible, pues aquel sentimiento no estaba mitigado por esa emoción semiagradable, por ser poético, con que acoge en general el ánimo hasta la severidad de las naturales imágenes de la desolación o del terror. Contemplaba yo la escena ante mí , los helados muros, las ventanas parecidas a ojos vacíos.. Era una sensación glacial, un abatimiento, una náusea en el corazón, una irremediable tristeza ¿Qué era aquello —me detuve a pensarlo—, qué era aquello que me desalentaba así al contemplar la Casa de Usher?

      Gracias Cheli!! me hiciste dar ganas de volver a ese cuento! Un genio Poe!

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