El otro día escuché en la radio a un señor que dijo algo asi:
¨el que no da un cumplido, se está quedando con una joya que no le pertenece¨.
Recordé los primeros capitulos de Aventuras y desventuras de Casiperro del Hambre, un libro de Graciela Montes, ¨donde explica el comienzo de todo y reflexiona acerca de un gran sentimiento, el hambre¨.
Alli, su narrador, Casiperro nos cuenta: ¨ No se si será un defecto mío, que yo nací para siempre hambriento, o si será más bien que nunca tuve bastante comida...nosotros fuimos once hermanos, para diez tetas, y ahi estuvo el problema. Y yo para colmo, que nací con un hambre que ni se imaginan!...mis hermanos habían crecido, estaban cada vez más audaces, se alejaban, jugaban. Pero yo tenía algo más importante que hacer: cumplir con mi hambre..., de modo que mientras ellos se distraían husmeando por ahi yo me dedicaba esmeradamente a observar (y vigilar) las tetas de mi madre...¨
Y entonces pensé que:
Cuando uno tiene hambre,
un hambre a veces tan primario,
no se le cae fácilmente un cumplido
para otros.
No es fácil ser generoso
cuando uno siente que los propios
tanques están vacíos.
Anticipamos que no va a alcanzar para todos,
sentimos la urgencia de guardar celosamente,
vigilar, como casiperro,
cumplir con el propio hambre.
La pena es que nos perdemos,
(inevitablemente, mientras tanto),
la maravillosa experiencia de alejarnos a explorar
jugar, regalar, halagar, admirar, reconocer-le
al otro valor, y hacérselo saber.
Tal vez por un tiempo, en esos casos,
sea necesario ocuparse de saciar
el propio hambre, de llenar los propios tanques.
Con buenas cosas, nutrientes verdaderos,
amorosos.
Y cuando la panza propia empieza a estar llena
y la sensación de auténtica abundancia
se empieza a instalar,
se suelta la mano
y empezamos a experimentar, y a disfrutar
la posibilidad de dejar las vigilancias,
y salir a jugar, a dar, halagar y elogiar.
Pobre Casiperro!! Me dejaste pensando mucho, Flor!!!
ResponderEliminarPero...yo pienso que todo ser humano tiene en el fondo una necesidad de amor que no se sacia nunca.
Algunos saben reconocerlo y otros no tanto. Algunos saben pedirlo o buscarlo y otros no. Y algunos saben aprovechar lo que reciben y a otros nunca les alcanza.
Me parece...no se. Da para pensarlo mucho!!!
Beso grandote
Ber
De lo mejor que me puede pasar es que un post de para quedarse pensando! Genial, nada es de una sola manera! Beso
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