Deja vu/otra oportunidad

 
Wherever you are is the perfect place to awaken. This moment is the exact place to practice compassion and loving awareness. You have all the ingredients to breathe and find freedom just where you are.
~ Jack Kornfield

Eran chiquitos y veía como a paso lento, pero desafiante, enfilaban al enchufe con sus deditos de morcilla. Me daba vuelta y en tres minutos habían hecho un enchastre con algun material pegotoso, en alguna superficie poco limpiable. Y cuando creía que había terminado de limpiar y venía la calma, aparecía alguno con la punta del papel higiénico en la mano, habiendo dejado, cual hansel ( o gretel), el rastro en todo el trayecto desde el baño, que aunque mi casa no fuera un palacio, eran bastantes metros que a mi me parecían kilómetros de papel para volver a enrollar.
Entonces me relajaba un poco, ya había barajado tres situaciones, y en mi esquema mental tocaba descanso, pero aparecía una con una bombacha en la cabeza, y el culo al aire, el pañal en la mano, cual trofeo! Y esa, palo y palo con la del papel higiénico, me daba risa.
Pero el Nesquick que les había dicho que por favor no tomaran en el sillón, volcado en el sillón, no me daba tanta risa. Tampoco las ropitas pintadas ¨sin querer¨con esmalte de uñas que no salía con nada.
Qué decirte del auge de las casitas, con sábanas, broches, cacerolas. El auge de hacerlas, jamás de ordenarlas.
Treparse a una silla y darse un tortazo, y calmabas ese llanto. Había llegado a un minuto de paz. Y en un descuido de una milésima de segundo me dibujaban con virome toda la hoja del libro que tenía la ilusión de hojear ( no digo leer!).
 ¿¨Mamá, me limpiás?¨, ¨tengo hambre¨, ¿¨me das agua?¨, ¨¿puedo invitar a 7 amiguitas a dormir?¨.
Y si hubiera sido por mi, les hubiera leido 40 veces el mismo cuentito, o 40 cuentitos distintos, con tal de que no se idiotizaran con la tele, pero tantas veces la caja boba me ganó...y esa sensación de derrota...
Sentía que casi no quedaban frentes libres, porque para el lado que mirara, había algo que atajar, salvo cuando dormían. Y en ese momento necesitaba que a mi alguien me atajara...
Cada día pensaba, por dónde empiezo?
Porque estaba empezando y creía que zona por zona, situación por situación, enseñanza por enseñanza, pronto llegaría el día de los frentes libres, de los hábitos, de ciertos automatismos necesarios, logrados. El momento de ¨divertirme¨ con ellos, porque ya estarían ¨educados¨.

Y ¨pronto¨ no llegaría el tiempo de los frentes libres.
Existirá ese tiempo?

El momento de divertirse era ese.

Quizás hubiera sido mejor jugar más y tratar de enseñarles menos.
O enseñarles jugando.Y armarme de paciencia, en grandes dosis.
Y que más situaciones me dieran risa. Y divertirnos más.

Pero lo se ahora, con el diario del lunes.

Por suerte, mañana es martes y puedo empezar de nuevo.
Más liviano. Más juguetón.
Porque el momento de divertirnos juntos es este.
Ojalá y así sea.