Hace un tiempo, el sistema que había descubierto para musicalizar el blog, dejó de funcionar. Encontré otro, que me permitía ponerle una canción a cada post. Hace unos días, charlando con una amiga, descubrí otro sistema para armar de nuevo una listita e ir agregando canciones a medida que vaya teniendo tiempo y descubriendo nuevas músicas.
Asi es que Palabras Tendidas tiene lista de musiquita otra vez ( abajo a la derecha pueden adelantar las canciones, elegir alguna distinta, destrabar el aparatito que me parece que a veces se traba, o detenerlo si prefieren el silencio).
La música me acompaña, tanto como el silencio. Acompaña desde siempre mis ciclos y mis ritmos, mis pérdidas, mis esperas, mis transformaciones, los brotes nuevos. No soy una entendida, simplemente me guío por lo que me va gustando.
Le doy la bienvenida entonces a la música, compartiendo un texto cortito de Alejandro Rozitchner que habla de la música como acompañante de los lentos, invisibles y silenciosos procesos de crecimiento.
¨ Música: para lo árbol en nosotros, para aquello que en nosotros
tiene la misma percepción y el mismo ritmo que la madera, para lo
que madura lento y sigue, y recibe los cambios climáticos con
transformaciones pausadas, generando una historia íntima no visible.
Música para algo que crece lento y no se detiene, para ese estirarse
como rama desde un tronco, estirarse y buscar recibir la mayor
cantidad de sol posible, para nuestro ser centrado e inmóvil, para
lo permanente, para esa vida quieta que crece firme y sin
aspavientos. Sonidos y canciones para una percepción dedicada,
emociones metidas en el tiempo de una manera permanente, hechos
internos que lo que pasa rápidamente alrededor no logra captar.
Sonidos y canciones para quedarnos sin hojas, para esperar, para
volver a brotar y empujar una fuerza de bestia vegetal hacia fuera y
volverla verde, crecimiento seguro."
A. Rozitchner
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